Tres trabajadores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), adscritos al Programa Mundial de Alimentos, fallecieron tras los enfrentamientos que estallaron en Sudán entre el ejército y por grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
A través de un comunicado del representante especial de las Naciones Unidas en Sudán, Volker Perthes, se reportó la muerte de los tres empleados en Kabkrbiya, Darfur del Norte, sin especificar detalles.
Condenó de manera enérgica “los ataques contra el personal de Naciones Unidas” y manifestó su preocupación por los daños causados a las instalaciones de la ONU durante la rebelión y el previo saqueo.
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