Con tan solo 9 años de edad , Michelle Arellano Guillén, comenzará en agosto sus estudios en la carrera de medicina en la Universidad de Massachusetts. Esto luego de una serie de exámenes médicos, donde mostró que cuenta con un coeficiente intelectual (IQ) de 158. Por dos puntos más, casi alcanza el IQ del científico Albert Einstein.
Al principio, Michelle, la “niña genio” originaria del estado de Chiapas, no fue aceptada en las escuelas a las que deseaba ingresar. No obstante, los resultados de las pruebas médicas que sus padres le aplicaron para estudiar la inteligencia de la pequeña, arrojaron que la joven estudiante de 9 años, es una niña superdotada.
Karina Guillén, madre de Michelle, expresó a través de sus redes sociales que “desde que me dieron tu diagnóstico, me di a la tarea de ayudarte, ya que tienes mucha similitud a mí cuando tenía tu edad: falta de adaptación, el no querer ir a la escuela, el aburrimiento, el ser antisocial, etc. Por eso me empeñé en tratar de apoyarte”.
“Mi familia ha sido mi mayor fuerza. Las idas a México cada 8 días, las idas a Guadalajara, Monterrey, en busca de respuestas (…)”, agrega Karina Guillén.
Michelle pasó varias etapas. En un primer momento, pasó de cursar su cuarto año de primaria, a formar parte de los grupos de sexto grado. Posteriormente, luego de una serie de exámenes únicos, la estudiante chiapaneca logró graduarse de primaria y secundaria inmediatamente.
Los sueños se vuelven realidad
La pequeña Michelle estudiará la carrera de medicina en la Universidad de Massachusetts, Boston, donde persigue la meta de estudiar en la misma profesión que su mamá: cirujana cardiovascular. Además, más adelante, le gustaría estudiar Biología Marina.
De igual forma, Michelle domina cuatro idiomas, además del español. Se trata de inglés, francés, alemán e italiano. Asimismo, en relación con sus pasatiempos, la madre de la niña indica que la joven ha practicado deportes como natación, básquetbol y taekwondo.
“La verdad he pensado irme del estado, pero considero que si he podido llegar hasta el punto donde estoy, es porque sí se puede. Porque aunque Chiapas sea uno de los estados más pobres con alto índice de marginación y analfabetismo, apoyándonos entre nosotros podemos salir adelante. Los chiapanecos también podemos”.
Karina también añade: “Siento que estoy a unos pasos de lograrlo. Me dio gusto que varios niños chiapanecos se identificaran y me contactaran. Por algo se empieza. Hoy solo somos 5 niños, pero estoy segura que pronto seremos más”.