Xin Xin, la última panda de Latinoamérica, originaria de México, es la única descendiente que queda viva en todo el continente de un grupo pandas gigantes que China obsequió a países extranjeros en las décadas de 1970 y 1980.
Chapultepec es uno de los dos únicos zoológicos en el mundo que posee pandas sin la supervisión directa del gobierno chino.
Xin Xin, la nieta de los pandas regalados por China en la década de 1970, no tuvo cachorros y se encuentra en la menopausia a sus 32 años.
El futuro de la estriste podría llegar a su fin si México sigue sin decidirse a pagar un millón de dólares al año por recibir en préstamos una nueva camada de China en préstamo por 10 a 15 años.
La austera administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, aún no ha manifestado si estaría de acuerdo con esa operación Xin Xin es una panda mexicana de tercera generación cuyo linaje se remonta a Pe Pe y Ying Ying que llegaron a Chapultepec en 1975 como parte de la llamada “diplomacia panda” de China, un período en el que los carismáticos animales fueron obsequiados a países de todo el mundo para proyectar la imagen positiva del país e incrementar su publicidad entre el público extranjero
Con información del Financiero