Luis Rubiales sorprendió ante la Asamblea General de la Real Federación Española de Futbol (RFEF) al anunciar que no dimite a su cargo y denunció que su caso es “un asesinato social” que defenderá en los tribunales, lo anterior tras su actuar y el beso a una jugadora en la final del Mundial Femenil.
“Aquí no se está tratando de hacer justicia, es falso, se está ejecutando un asesinato social. Se me está tratando de matar”, dijo.
Durante su discurso definió de ‘falso feminismo’ lo que le está ocurriendo y dijo “qué pensarán las mujeres que de verdad han sido agredidas sexualmente”.
Rubiales relató la acción con la jugadora Jenni Hermoso “me subió en brazos y me acercó a su cuerpo y le dije olvídate del penalti, me contestó eres un crack y yo le dije ¿un piquito? Ella dijo, vale. Se despidió con un último manotazo en el costado y se fue riendo”.
Tras sus declaraciones el Gobierno ha iniciado el trámite para la suspensión de Rubiales.
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