- Descubriendo los secretos de La Piedad de Miguel Ángel
Laura Ramírez
La Piedad de Miguel Ángel es una de las esculturas más bellas de la historia del arte
Es una obra maestra que ha perdurado a lo largo de los siglos como un testimonio conmovedor de la habilidad artística y la expresión emocional del genio renacentista.
Esta escultura, creada por el renombrado artista italiano Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564), es una representación única de la Virgen María sosteniendo el cuerpo inerte de Jesucristo después de la crucifixión.
La obra fue esculpida en una sola pieza de mármol de Carrara que el propio escultor seleccionó para esta obra.
Tenía que acudir al lugar donde él sabía que encontraría la excelencia del mármol para su escultura: las canteras milenarias de Carrara, explotadas desde tiempo de los romanos.
Detrás de su aparente simplicidad, se esconde una historia fascinante y una serie de curiosidades que la convierten en una pieza icónica en la historia del arte.
¿Dónde está?
La escultura fue diseñada especialmente para la Basílica de San Pedro en el Vaticano por encargo del cardenal de Saint Denis, Jean Bilhéres de Lagraulas, sacerdote benedictino, quien era a la sazón embajador del rey de Francia ante la Santa Sede.
Bilhéres murió unos días antes de que la obra estuviese concluida.
En su honor la misma fue emplazada originalmente sobre su tumba en la capilla de Santa Petronila en el Vaticano. De allí fue trasladada a la Basílica de San Pedro entre 1749 y 1759.
Historia y Contexto:
Miguel Ángel esculpió La Piedad entre 1498 y 1499, cuando tenía tan solo 24 años.
La obra fue encargada para el altar de la Capilla de Santa Petronila en la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
Sorprendentemente, Miguel Ángel eligió representar a la Virgen María como una figura joven y hermosa, desafiando las convenciones artísticas de la época que solían retratarla de manera más madura.
La elección de este tema fue audaz y conmovedora, ya que mostraba la compasión y el dolor de la Virgen de una manera que nunca antes se había hecho.
Además, Miguel Ángel logró transmitir una increíble delicadeza y ternura en el mármol, creando una conexión emocional única entre las figuras.
Los 10 datos curiosos que esconde la obra de Miguel Ángel?
1.- Técnica sin precedentes:
La habilidad técnica de Miguel Ángel en La Piedad es asombrosa.
Se dice que, al enterarse de que algunos admiradores pensaban que la obra era demasiado perfecta para ser esculpida por un ser humano, el joven artista talló la inscripción «Michael A[n]gelus Bonarotus Florent[inus] Facieba[t]» (“Miguel Ángel Buonarroti, florentino, lo hizo”) en la banda que cruza el pecho de la Virgen.
2.- La Virgen conserva el aspecto adolescente
Algunos criticaron el aspecto juvenil del rostro de la Virgen, ya que parecía una adolescente, que tenía en brazos a este Cristo muerto de 33 años.
Según biógrafos estudiosos del gran artista explican que esta fue una elección muy estudiada por parte de Miguel Ángel.
3.- La Virgen es incorrupta por su Inmaculada Concepción, es el símbolo de una juventud inmutable, que no se marchita.
El artista hace referencia a las palabras de Dante en el Paraíso: “Virgen madre, hija de tu hijo”.
4.-La composición
Miguel Ángel Buonarroti presentó una escultura de la madre sosteniendo a su Hijo, siguiendo los modelos existentes de la Piedad.
La mujer está sentada, probablemente en una roca del paisaje pétreo que se adivina debajo del volumen de los paños de sus vestidos. Hay una elevación en el suelo pétreo, por la cual queda un pie a más altura que el otro, alzando la rodilla derecha de la Virgen.
Así fue más fácil que el escultor Michelangelo cree un espacio asimétrico en el que poner la figura de Jesús de forma naturalista y creíble.
Los muslos de las piernas de la Madre sostienen el cuerpo de Cristo, en un hueco que forman las curvaturas de la túnica. Así se encuadra el sudario.
La Virgen echa su espalda ligeramente hacia atrás, para equilibrar el peso del cuerpo muerto de Jesucristo.
La mano derecha recoge la figura del crucificado recién desclavado, usando un trozo de tela para no tocar el tiempo. La otra mano se abre hacia afuera, subrayando el acto de la presentación del cuerpo de Cristo.
La cabeza de María se vuelve hacia delante, resignada por el dolor, que todavía no se manifiesta en su rostro.
El Cristo se acomoda sobre el regazo, sobre las curvas de las telas.
La mano derecha cae, mostrando el hueco de la crucifixión en el dorso.
El tórax se vuelve hacia su derecha, haciendo visible la señal de la lanza.
La otra mano quizá haya sido recogida por su Madre, colocada en esa posición.
Para terminar de equilibrar la figura del Cristo, un pie toca el suelo, mientras que el otro permanece ligeramente avanzado, ya que una rama de un tronco no permite que se recoja la pierna.
Toda la escena se enmarca en una composición triangular, con la cabeza de María como el vértice superior.
5.-Restauraciones y Protección:
A lo largo de los años, esta obra ha sido sometida a varias restauraciones para preservar su belleza.
En 1972, la obra sufrió daños cuando un individuo la atacó con un martillo, resultando en la pérdida de parte de un brazo de María. Posteriormente, se llevaron a cabo trabajos de restauración para reparar los daños.
6.-Cristo posee un diente más
De acuerdo con el simbolismo religioso de la época, de hecho, el quinto incisivo fue definido como ‘diente de pecado’, un atributo que tienen los personajes negativos.
Según el historiador del arte Marco Bussagli (quien lo descubrió), en la escultura este diente es el símbolo de cómo Cristo, con su muerte, toma consigo todos los pecados del mundo.
7.-La espalda de Cristo
La maestría de Miguel Ángel trasciende lo visible en su obra; la espalda de Cristo, meticulosamente esculpida, revela un detalle asombroso.
Aunque esta parte de la escultura permanece oculta a la vista de los observadores, el artista empleó cinceles especiales de longitud reducida para esculpir a través de un orificio en uno de los mantos de la Virgen.
Solo unos pocos afortunados han tenido el privilegio de introducir sus manos por este hueco, experimentando así la textura esculpida de la espalda de Cristo.
Un tacto que conecta directamente con la destreza y la pasión del genio renacentista.
8.-Dimensiones y Detalles:
La escultura mide aproximadamente 174 centímetros de alto y 195 centímetros de ancho.
A pesar de estas dimensiones, Miguel Ángel logró incorporar detalles increíbles, como las arrugas en la túnica de María y la suavidad de la piel de Cristo
La escultura de Miguel Ángel trasciende las barreras del tiempo y la cultura, dejando una impresión duradera en todos aquellos que tienen el privilegio de contemplarla.
9.-La obra más hermosa de Roma
Siete millones de visitantes acuden cada año al Vaticano y sin duda la inmensa mayoría lo hace atraído por las obras maestras de Miguel Ángel Buonarroti, la capilla Sixtina, pero también la Piedad, que se exhibe en una capilla nada más acceder a la basílica de San Pedro.
Protegida por una mampara de cristal, la contemplan 20.000 visitantes al día
10 ¿Cuántas obras de la Piedad esculpió Miguel Ángel?
La Piedad del Vaticano no es la única manifestación de la maestría de Miguel Ángel en este tema. Posteriormente, creó dos esculturas más (con una tercera de atribución incierta) que retoman la emotiva escena: la Piedad Bandini y la Piedad Rondanini.
La Piedad Bandini, una de las últimas creaciones del artista cuando contaba con setenta años, posiblemente estaba destinada a adornar su propia tumba. Sin embargo, en un momento de frustración, Miguel Ángel la golpeó, rompiéndola en varios lugares y abandonándola.
La Piedad Rondanini, su obra final, ocupó sus esfuerzos hasta poco antes de su fallecimiento a los ochenta años.
A pesar de su avanzada edad, el artista dedicó esta última composición con un enfoque altamente innovador, destacando por su desarrollo vertical revolucionario.
En comparación con la pulida Piedad del Vaticano, la Piedad Bandini muestra un mármol apenas pulido, mientras que la Piedad Rondanini está esbozada, casi en estado bruto. Estas obras adicionales revelan la evolución del genio artístico de Miguel Ángel a lo largo de su vida.
La combinación de la destreza técnica, la emotividad y las curiosidades que rodean a esta obra maestra la convierten en un tesoro inigualable en la historia del arte occidental.
Indudablemente, Miguel Ángel, fue un genio absoluto del Renacimiento italiano, uno de los artistas más célebres de todos los tiempos, ha creado otras obras maravillosas, desde David hasta la Capilla Sixtina, pero de alguna manera la Piedad es única en su género, tanto por los temas que trata como por su propia realización.
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