Thalía Becerra
Investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) han desarrollado un bioinsecticida para detener la propagación del mosquito Aedes aegypti, principal transmisor de enfermedades como el dengue, zika y chikungunya.
El proyecto, liderado por el doctor Erick de Jesús de Luna Santillana, del Centro de Biotecnología Genómica del IPN en Tamaulipas, se enfoca en atacar al mosquito en su fase larvaria.
El desarrollo es particularmente relevante en estados como Tamaulipas, Guerrero, Jalisco y Veracruz, donde los brotes de dengue son comunes durante la temporada de lluvias.

Mecanismo de acción: Bloqueo genético de las larvas
El bioinsecticida se presenta en forma de hojuelas sólidas y opera mediante una técnica de vanguardia llamada silenciamiento génico por RNA de interferencia (ARNi).
Una vez que las larvas ingieren el producto, se inhibe la producción de quitina, una proteína vital para su cutícula protectora, y se bloquea la acción de la ecdisona, la hormona que regula la metamorfosis.
Como resultado, las larvas no pueden madurar y mueren antes de convertirse en mosquitos adultos.

Inocuidad y pruebas en campo
El producto es inocuo para los seres humanos y para otras especies de insectos, ya que su mecanismo molecular está diseñado para actuar exclusivamente en el larva del Aedes aegypti.
Actualmente, los investigadores están realizando pruebas en escenarios que imitan criaderos comunes, como llantas y cubetas, para evaluar su efectividad en condiciones reales.
De confirmarse su eficacia, este bioinsecticida podría convertirse en una herramienta valiosa para el control del dengue y otras enfermedades transmitidas por mosquitos en México y América Latina.
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