Los Juegos Olímpicos ya nos dejó una de esas historias que quedará para la posteridad, cortesía de la hazaña de la neerlandesa: Sifan Hassan.
En el primer hit eliminatorio de los 1,500 metros de la rama femenina, Hassan se vio involucrada en una caída con la keniana Edina Jebitok. Parecía todo perdido, porque fue en la primera curva de la última vuelta… menos de 400 metros para reponerse, pero lo hizo.
Hassan, que cuando sonó la campana de la última vuelta, iba antepenúltima, cuando tropezó con la keniana, quien fue al suelo en un movimiento extraño en el centro del grupo. Hassan se levantó y aceleró para no solo recuperar el tiempo perdido, sino emparejar al grupo de cinco líderes entrando a la última recta, tomó el carril externo y fue la primera en cruzar la meta, superando a cinco otras atletas que intentaron el sprint, pero quedaron por detrás de la corredora de Países Bajos.
Hassan, que está buscando en Tokio una gesta que nunca antes se ha conseguido, ser campeona en 1.500, 5.000 y 10.000 de una tacada, afronta este lunes una doble tarea, ya que a mediodía disputa la final de 5.000 metros.
Además, el miércoles 4 estará en semifinales de 1.500; el viernes 6 correría la final de 1.500 y el sábado 7 partirá en la final directa de 10.000.
La fondista, que llegó a Holanda con 15 años en calidad de refugiada procedente de Etiopía, tiene cuatro récords mundiales en distancias comprendidas entre la milla y los 10.000 metros: milla (4:12.33), 5 km en ruta (14:44), 10.000 (29:06.82) y la hora (18.930 metros).
También posee los récords de Europa de 1.500 (3:51.95), 3.000 (8:18.49), 5.000 (14:22.12) y medio maratón (1h05:15).