Hallan sin vida a hijo de fundadora de Voz de Desaparecidos en Puebla

Claman justicia para todos los desaparecidos en Puebla, piden a las autoridades no dejar de buscarlos

Josél Moctezuma

Este domingo fue sepultado Juan de Dios Nuñez Barojas, hijo de la fundadora del colectivo Voz de los Desaparecidos, María Luisa Nuñez, fue localizado muerto después 5 años de búsqueda.

Juan de Dios fue despedido por su madre, acompañada de otros padres de familia que siguen buscando a sus hijos que un día salieron de casa y jamás regresaron.

El entierro se realizó en Tehuitzo, municipio de Palmar de Bravo, de donde era originario Juan de Dios, está desaparición fue la llama que encendió la búsqueda de decenas de madres que siguen buscando a sus hijos.

Tras casi cinco años de haber desaparecido junto con dos amigos, fue encontrado sin vida Juan de Dios Núñez Barojas, hijo de María Luisa Nuñez, fundadora del colectivo “Voz de los Desaparecidos”, quien reconoció la labor del Incifo y pidió más personal para resolver los demás casos.

Así lo informó la propia activista luego de reunirse con la Fiscalía General del Estado (FGE), donde le confirmaron el hallazgo del cuerpo de su hijo junto con el de sus amigos, Abraham y Vicente Basurto Linares.

Juan de Dios, en ese entonces de 23 años, salió de Tehuitzo, una comunidad ubicada en Palmar del Bravo, para realizar unos trámites en Tecamachalco, a causa de que su localidad carece de servicios.

En el camino, se encontró con Abraham y Vicente –este último soldado activo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)–, quienes lo acompañaron en su trayecto.

Alrededor de las 9 de la noche, madre e hijo se comunicaron por teléfono, y él le indico que transitaban por Cuacnopalan, que está a 15 minutos de su hogar, pero que había un retén que no dejaba pasar vehículos.

Por ello, rodearían por la carretera federal de Cañada Morelos en un trayecto de por lo menos 40 minutos, que se caracteriza por ser solitario. Este fue el último contacto que tuvieron. Hoy los tres fueron acompañados a su última morada.