El lago de Cuitzeo, considerado el segundo más grande de México, podría extinguirse ante la falta de lluvias, la deforestación y la contaminación por aguas residuales que vierten al menos 15 poblaciones cercanas al lago. Ante esta situación, activistas, académicos y pescadores han lanzado una petición al Gobierno Federal para que se atienda esta situación. La solicitud fue puesta a través de una plataforma y hasta el momento ya cuenta con 32 mil firmas ciudadanas.
La Conagua infromó que este lago es el segundo más extenso en todo México, ya que cuenta con una extensión de 306 kilómetros cuadrados. En los años noventas, el Gobierno de Michoacán estimaba que en el lago de Cuitzeo se capturaban cerca de cinco mil toneladas de peces, mientras que ahora se puede pescar un máximo de 250 toneladas. En es entonces, se contaban con 19 especies y ahora solo sobreviven seis.
La contaminación de este lago ha traído miles de casos de enfermedades en habitantes de la región debido a las bacterias y virus que se encuentran dispersados pro tolvaneras que se levantan ante el desecamiento del 70% del vaso acuífero. El actual gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, mencionó en días pasados que el rescate del lago, cuya profundidad actual es de apenas 80 centímetros a un metro, debe ser atendido por el gobierno federal, estatal y las alcaldías que colindan con el lago y que vierten sus aguas residuales al embalse.
Se presume que para lograr sanear el lago de todas las aguas residuales que son descargadas ahí, se necesitan al menos 3,000 millones de pesos, una cifra que no puede ser afrontada por el gobierno estatal, sino por el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador.
El lago de Cuitzeo tiene influencia de los municipios michoacanos de Cuitzeo, Álvaro Obregón, Charo, Chucándiro, Copándaro, Huandacareo, Queréndaro, Indaparapeo, Morelia (capital de Michoacán), Morelos, Santa Ana Maya, Tarímbaro y Zinapécuaro. Así como el de Uriangato, en el central estado de Guanajuato, los cuales vierten aguas residuales al afluente.