Este lunes a la medianoche, tiempo de Washington DC (23:00 h del lunes, tiempo del centro de México), entraron en vigor los aranceles del 25% impuestos por el gobierno de Estados Unidos, encabezado por el presidente Donald Trump, sobre productos provenientes de México y Canadá.
Sin margen de negociación
El propio presidente Trump confirmó la aplicación de estos gravámenes en una conferencia de prensa desde la Casa Blanca, donde aseguró que ni México ni Canadá contaban con margen de negociación para evitarlos. Esta declaración deja en claro la postura inflexible del mandatario en materia comercial y su enfoque de presión hacia sus socios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Un mes de prórroga y esfuerzos diplomáticos
Inicialmente, los aranceles estaban programados para entrar en vigor el 4 de febrero. Sin embargo, el presidente estadounidense decidió posponer su implementación un mes tras recibir compromisos por parte de México y Canadá en asuntos de seguridad y control fronterizo. En respuesta, el gobierno mexicano desplegó 10 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera con EE.UU., mientras que Canadá anunció el nombramiento de un “zar del fentanilo”, entre otras acciones destinadas a frenar el tráfico de drogas hacia territorio estadounidense.
Reuniones de alto nivel en Washington DC
Como parte de los esfuerzos para evitar la aplicación de estos aranceles, una delegación del Gabinete de Seguridad de México, así como funcionarios de alto nivel de Canadá, se reunieron el pasado jueves en Washington DC con miembros de la Administración Trump. En el encuentro, ambos países presentaron los avances logrados en el último mes en temas de seguridad y cooperación bilateral. Sin embargo, estos esfuerzos no fueron suficientes para persuadir a la Casa Blanca de cancelar la medida arancelaria.
Impacto económico y comercial
La imposición de estos aranceles podría tener un impacto significativo en las economías de México y Canadá, así como en diversas industrias de Estados Unidos que dependen de productos y materias primas importadas de estos países. Sectores clave como el automotriz, agroalimentario y manufacturero podrían verse afectados por el incremento en los costos de producción y las posibles represalias comerciales que estos países puedan adoptar en respuesta.
Te puede interesar: Trump suspende la ayuda militar a Ucrania