Redacción. Ese deseo intenso de besar sí existe y tiene un nombre científico: filemamanía.
‘Filemamanía’ es la denominación científica que recibe el deseo intenso que experimentan algunas personas de besar a otra persona.
Los besos y los gestos de amor hacen que se activen una serie de procesos químicos en el cerebro que van más allá de la razón y que nos provocan emociones y sensaciones únicas, pero universales.
Las distintas sustancias que se encuentran en la saliva; las hormonas y proteínas son detectadas por la persona que besa, de un modo que aún se desconoce, pero que la podría llevar a pensar que su pareja es apta para mantener una relación que implique la procreación.
Además, si besas a alguien y no te sientes cómodo, en seguida cambia tu percepción sobre esa persona
Los labios tienen 100 veces más sensibilidad que los dedos y tienen mayor representación en la corteza cerebral, debido a la importancia que tienen en el sistema fonoarticulador, involucrado en la comunicación verbal.
Al unir los labios en un beso se liberan neurotransmisores relacionados al placer, así como moléculas llamadas péptidos opioides – lo que los hace tan adictivos – así como oxitocina y la vasopresina, sustancias muy importantes en el apego.
Beneficio de los besos:
– Se libera la hormona de la oxitocina (básica en el enamoramiento, el orgasmo o el parto)
– Dopamina (neurotransmisor que incrementa la sensación de bienestar)
– Endorfinas (asociadas con la felicidad)
– Testosterona (relacionada con el deseo sexual)
– Adrenalina y noradrenalina (encargadas de aumentar la presión arterial y el pulso)
¿Y qué sucede cuando besas?
Conforme la intensidad de un beso aumenta, corren olas de dopamina, un neurotransmisor que actúa en el cerebro diseminando sensación de bienestar y de ansiedad por estar con la persona; además de la testosterona, hormona ligada al deseo sexual; las glándulas adrenales, por su parte, segreganadrenalina y noradrenalina, que elevan la presión arterial y la frecuencia cardiaca, hasta 150 pulsaciones por minuto: todo un coctel que podría ser comparable a una sobredosis de anfetaminas.
Pero eso no es todo…en la saliva, unas dos millones de bacterias y 40,000 microorganismos se intercambian bajo esa sensación de placer, la gran mayoría inofensivos; se drenan las células muertas y las bacterias, por eso mejora el aliento. Un 60% del beso es agua, 0.7% grasa, 0.4% sal, 0.7% proteínas.
Quince calorías se queman en tres minutos mientras los labios se mantienen unidos y al coctel se ha sumado la oxitocina, una hormona que te hace sentir ‘flotar’ y un fuerte apego hacia el otro; y fluyen endorfinas por la sangre diseminando felicidad. No hay depresión y el sistema inmunitario se fortalece.
Cuando dosbocas están unidas los labios se dilatan por la sangre, están teñidos de rojo, y brillan con la saliva; la pasión ha activado 34 músculos de la cara. También se está intercambiando información: temperatura, sabores y olores. El beso es el primer sitio donde se deposita el deseo sexual.
Los hombres suelen ser más agresivos cuando besan, pero los suaves y constantes besos permanecen en el cuerpo de la mujer como una sensación más duradera que incluso puede enamorarla de forma más rápida