El protocolo oficial previo al partido amistoso entre México y Uruguay en Torreón dejó una imagen que trascendió el resultado deportivo. Una pequeña participante del acto, quien caminaba con la ayuda de muletas hacia el centro del campo, vivió un momento de dificultad que fue resuelto de manera ejemplar por los capitanes de ambas selecciones.
Justo cuando los futbolistas, el árbitro y los demás niños esperaban para iniciar el cotejo, la niña tropezó. Sus muletas se atoraron con las mantas de publicidad ubicadas sobre el césped, provocando que resbalara.
La reacción fue inmediata y profundamente humana. José María Giménez, capitán de la escuadra charrúa, fue el primero en acudir al auxilio. Rápidamente, el mediocampista mexicano Edson Álvarez, portador del gafete del ‘Tri’, se unió al noble gesto.
El ‘Machín’ se arrodilló sin dudar para quitar las mantas que obstaculizaban el avance de la niña, liberando sus muletas y permitiéndole continuar. El gesto de ambos capitanes, en especial de Giménez y Álvarez, se convirtió en el verdadero protagonista de la noche, demostrando que la solidaridad y la empatía están por encima de la rivalidad deportiva.
El incidente puso en evidencia la falta de previsión de los organizadores en cuanto a la disposición de las mantas publicitarias y las necesidades específicas de la pequeña.
A pesar del susto, la niña mostró una gran valentía. Completó su participación sin problemas, entregando su mensaje antes de que otro niño le pasara el balón al árbitro, cerrando así un emotivo momento que será recordado por la afición.
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