Gabriela García
De prolongarse la suspensión de las actividades no esenciales en Puebla después del 11 de enero, entre el 25 y el 30 por ciento de las unidades de franquicias que llegaron vivas a este inicio de año, es decir, mil negocios seguramente se irán a la quiebra.
Así lo advirtió, Enrique Vargas Medina, vicepresidente de la Red Mexicana de Franquicias (RMF), quien mostró su preocupación por este tema, pues dijo que esto traería como consecuencia la pérdida de al menos 8 mil empleos formales.
Declaró que si bien muchos establecimientos apostaron por la venta a través de medios digitales, estas transacciones no representan más del 30 por ciento de las ventas regulares que tenían antes de la emergencia sanitaria.
Explicó que los giros más afectados fue el de los alimentos y bebidas, cafeterías y de entretiempo infantil.
Al hacer un recuento de las consecuencias de la pandemia en el sector de las franquicias en Puebla, Vargas Medina indicó que al cierre del 2020 de las 5 mil unidades de negocio que existian en todo el estado, entre abril y noviembre cerraron aproximadamente mil 500 establecimientos.
Y estimando que cada unidad emplea a 8 trabajadores se contabilizó la pérdida de 12 mil puestos laborales en ese período.
El representante de este sector productivo planteó la necesidad de que las empresas locales apuesten por las nuevas tecnologías, como big data y delivery, para salir fortalecidas de esta crisis.