Gabriela García Muñoz
El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, encabezó la celebración de la vigilia pascual, donde bendijo el fuego nuevo y preparó el cirio pascual, con el cual iluminó la Catedral Basílica del estado, que tenía todas las luces apagadas.
En su homilía, monseñor explicó que este acto litúrgico es el momento clave del Sábado Santo, ya que es la única celebración de la jornada. Asimismo, dijo que es la más trascendental de la Semana Mayor, ya que conmemora la noche en que Cristo venció a la muerte.
El prelado afirmó que no hay situaciones que Dios no pueda cambiar ni pecado que no pueda perdonar, por ello pidió mantener la esperanza ante las adversidades actuales.
“En esta noche Santa, en que nuestro señor Jesucristo pasó de la muerte a la vida, la iglesia invita a todos sus hijos a que se reúnan para velar en oración. Dios nuestro que por medio de tu hijo nos has comunicado el fuego de tu vida divina, bendice este fuego nuevo y permite que estas fiestas pascuales enciendan en nosotros el deseo para que podamos llegar con un espíritu renovado”, comentó el líder de la grey católica.
El arzobispo, quien llevaba una sencilla vestimenta blanca con vivos dorados, bendijo el fuego que se encontraba en el lugar y preparó el gran cirio marcando una cruz, nombrando las letras griegas de Alfa y Omega, y colocándole unas cuentas de incienso.
Posteriormente, encendió el cirio pascual y, tomando fuego del mismo, encendió las luces restantes del inmueble religioso más importante del estado.
Finalmente, tuvo lugar la Liturgia Bautismal, donde se bendijo el agua y se renovaron las promesas bautismales.