En una atmósfera solemne y profundamente conmovedora, el cardenal Kevin Farrell, Camarlengo de la Santa Iglesia Romana, pronunció este miércoles 23 de abril una emotiva oración sobre el féretro del Papa Francisco, en uno de los actos más simbólicos del protocolo vaticano tras la muerte de un pontífice.
El momento tuvo lugar en la Capilla de la Casa Santa Marta, previo al traslado del cuerpo del Papa a la Basílica de San Pedro.
Farrell, nacido en Dublín y nacionalizado estadounidense, fue quien asumió el rol clave de coordinar los asuntos de la Iglesia durante la sede vacante.
Su oración, breve pero cargada de significado, marcó el inicio del último trayecto del Papa latinoamericano hacia la basílica, donde permanecerá en vela hasta el funeral oficial programado para el sábado 26 de abril a las 10:00 horas de Roma.
El rito del Camarlengo consiste en una invocación litúrgica tradicional, mediante la cual se encomienda el alma del pontífice difunto a Dios.
En este caso, Farrell ofreció unas palabras de despedida en las que resaltó la entrega pastoral de Francisco y su compromiso con los más pobres.
El momento fue transmitido en vivo por los canales oficiales del Vaticano y seguido por fieles de todo el mundo.
Emotiva oración del Camarlengo al Papa Francisco
Con voz pausada y rostro solemne, Farrell dijo:
“Queridos hermanos y hermanas, con profundo dolor, ahora acompañamos los restos mortales de nuestro Papa Francisco a la Basílica Vaticana, donde él ejerció a menudo su ministerio como Obispo de la Iglesia de Roma y Pastor de la Iglesia Universal.
Al dejar ahora esta casa, demos gracias al Señor por los innumerables dones que Él otorgó al pueblo cristiano a través de su siervo, el Papa Francisco.
Le pedimos que, en su misericordia y bondad, le otorgue al Papa fallecido un hogar eterno en el reino de los cielos, y que consuele con esperanza celestial a la familia papal, a la Iglesia de Roma y a los fieles de todo el mundo.
Mira, Señor, con bondad la vida y las obras de tu siervo, nuestro Papa Francisco. Acógele en la morada de la luz y la paz perpetua, y concede que tu pueblo fiel siga fervientemente sus pasos, dando testimonio del Evangelio de Jesús.
La oración culminó con una invocación a Cristo
Quien vive y reina por los siglos de los siglos”.
“Que el Señor te reciba en su gloria, Francisco, pastor humilde y firme, servidor del Evangelio y de la paz” finalizó.
El féretro, cubierto con un paño litúrgico blanco y el escudo papal bordado, fue escoltado por cardenales, religiosos y guardias suizos hasta el interior de la Basílica de San Pedro.
Miles de fieles acuden a darle el último adiós durante los días de velación.
La oración del Camarlengo es parte del antiguo ritual que confirma el fallecimiento del Papa y marca el inicio del proceso hacia el cónclave que elegirá a su sucesor.
En este caso, la figura de Kevin Farrell ha cobrado un especial protagonismo por su cercanía al pontífice y su papel en la Curia Romana.
Este acto litúrgico, profundamente simbólico, no solo representa la despedida de un líder espiritual, sino también un mensaje de esperanza y continuidad para los fieles católicos del mundo.
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