Ella es “La mujer más besada del mundo” ¿Tú la has besado?

Desconocemos la identidad de esta mujer, pero se le conoce como “L’Inconnue de la Seine”

Roberto López

En los últimos años del siglo XIX se encontró el cuerpo de una joven de unos 16 años flotando en el rio Sena en París, Francia. Se desconocía su identidad y la causa de muerte, aunque lo más probable es que se tratara de un suicidio. Una tradición de la época era mostrar al público el cadáver en la morgue por si alguien identificaba al fallecido, en su caso nadie jamás fue a reconocerla.

El patólogo encargado de la morgue en ese momento quedó impactado por la belleza de la chica, por lo que le pidió a un fabricante de máscaras que le hiciera una máscara mortuoria al cuerpo. La chica se veía tranquila, no presenta signos de violencia; además tenía una enigmática sonrisa que recordaba a la de la Mona Lisa.

El rostro de la enigmática mujer fue usado para hacer esculturas por mucho tiempo en Francia. A partir de esa mascara de cera se hicieron muchas réplicas de yeso que se usaron para hacer diversas esculturas que solo las personas más pudientes de la época podían tener. Esta mujer no solo fue la inspiración de escultores, también fue inspiración de diversos escritores en diversas partes del mundo inmortalizando su existencia.

Tan misteriosa como parece esta historia aún queda una incógnita ¿Por qué es la mujer más besada del mundo? La respuesta nos lleva a la década de 1950 donde el médico Peter Safar tenía la necesidad de enseñar a la población a dar “El beso de la vida” o como se le conoce propiamente RCP (Reanimación Cardio Pulmonar). Para esta tarea le encargo a un fabricante de juguetes llamado Asmund Laerdal un modelo de una persona inconsciente para poder practicar y enseñar a la gente a reanimar a alguien sin pulso.

El fabricante de juguetes puso manos a la obra; usando cabello natural y una bomba de bicicleta para simular la entrada y salida del aire en el tórax, creó una maniquí de entrenamiento. Sin embargo, tenía un problema, aún faltaba su rostro. El fabricante consciente del machismo de la época y que los hombres se negarían a besar a otro hombre, aunque fuera un maniquí y fuera para salvarle la vida, deliberadamente quería el rostro de una mujer. Le llegó a su mente una imagen de su infancia, una imagen que lo remontaba a la casa de sus abuelos donde había visto el rostro de una mujer inconsciente, relaja y sonriente; casi como si estuviera dormida esperando ser despertada, esa imagen era una réplica de la cara de la desconocida del rio Sena.

De esta manera se creó el primero modelo de “Resusci Anne”, el maniquí de práctica de RCP más utilizado incluso en nuestros días. Su invento se presentó en 1960 y desde ese entonces este ha sido el rostro más besado de la historia. De esta forma un posible suicidio y una hermosa y enigmatica sonrisa resultaron en la mujer más besada del mundo, la cual ha salvado a muchisima gente de perder la vida.