Descubriendo el Sabor de lo Inusual: manzanas negras
Staff.- En los últimos años, las manzanas moradas o negras del Tíbet han capturado la atención tanto de los amantes de la fruta como de los científicos.
Estas exquisitas frutas, que contrastan en gran medida con las manzanas tradicionalmente rojas, amarillas o verdes, se han convertido en un símbolo de la misteriosa región del Tíbet y han intrigado a personas de todo el mundo.
Si bien estas manzanas no son exactamente negras, como una piedra obsidiana, su tono es más bien de un púrpura profundo, muy oscuro y con pulpa color arena o blanca en su interior.
Son escasas y exclusivas, además altamente valoradas.
La rareza de esta manzana no solo es por su color.
Tienen una particularidad más, su crecimiento es más lento que el de una manzana tradicional, y solo un 30 por ciento de la cosecha alcanza los requerimientos para su comercialización.
Pocos productores chinos se atreven a cultivar esta manzana ya que su proceso de maduración puede llegar alcanza hasta los ocho años.
¿Cuánto cuestan?
Esta manzana pertenece al segmento de la alta gama del mercado, y en promedio cuesta alrededor de seis a ocho dólares la unidad.
A pesar de su elevado precio no es la más cara del mundo, ya que la variedad japonesa Sekai Ichi cuesta un promedio de 21 dólares cada una.
La tradición y el cultivo de las manzanas moradas
El Tíbet, una región famosa por su cultura rica y única, ha sido el hogar de estas manzanas inusuales durante siglos. Según la tradición local, estas manzanas son consideradas un símbolo de buena suerte y prosperidad.
Se cree que su color oscuro es un reflejo de la energía especial del lugar donde crecen: altas montañas, suelos ricos y climas impredecibles.
Los habitantes de la región a menudo incorporan estas manzanas en su dieta y en prácticas ceremoniales.
¿Por qué el color?
Su color único se debe a las condiciones geográficas de una región de China, llamada Nyingchi.
Su tonalidad tiene que ver con las diferencias extremas de temperatura entre el día y la noche y las manzanas están expuestas a un exceso de radiación ultravioleta, lo que favorece la concentración de antocianos y por ende, la piel oscura.
En conclusión, las manzanas moradas o negras del Tíbet no solo son una deliciosa rareza frutal, sino también un símbolo de la historia y la riqueza cultural del Tíbet. A medida que la ciencia y la tradición convergen, el enigma de estas manzanas continúa intrigando a aquellos que buscan comprender su color, su sabor y su significado en un mundo en constante cambio.
¿Te gustaría probarlas?
Quienes las han probado dicen que son muy jugosas y tienen un sabor extremadamente dulce por su alto nivel de glucosa.
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