Por Brenda Mendoza
La tradición de vestir al Niño Dios surgió desde 1965, pero con el paso de los años ha sufrido cambios, incluso se podría decir que se “disfraza” con atuendos de futbolistas o del niño huachicolero, comentó el párroco Francisco González Parra.
El sacerdote explicó que esta tradición es bíblica, consiste en la presentación de Jesús ante la iglesia, la cual se realizó 40 días después de haber nacido, quienes lo llevaron ante los sacerdotes fueron José y María.
La tradición popular marca que el Niño Dios debe ser llevado a la iglesia el 2 de febrero, el primer año vestido de color blanco, sin trono, otra opción es como el Niño de las Palomas, el color representa la pureza que todo recién nacido tiene implícita.
El segundo año se utiliza un ropón azul, rosa, Jesús va creciendo y estos colores son los representativos de esta etapa.
Mientras que el tercer año existen mayores opciones, la vestimenta puede ser de Cristo Rey, de emperador con tres rayitos, acorde a que Jesús va creciendo, comentó Francisco González.
Así también puntualizó que el fervor de las personas ha originado las modificaciones a las vestimentas al grado de “disfrazar al Niño Dios”, como futbolista, el niño huachicolero, esto se aleja de significado real para la iglesia.
El párroco Francisco González invitó a vivir esta tradición con fe, apegada a su verdadero significado y evitar vestir indebidamente la imagen de Jesús.