El calendario que actualmente nos rige, tiene su origen en la antigua Roma, el cual contaba solo 10 meses, se basaba en los ciclos lunares; sin embargo, Julio César realizó algunos ajustes para incluir los meses de enero y febrero, dando origen al calendario juliano.
Julio César, quien implementó el calendario juliano, un sistema solar de 365 días con un año bisiesto cada cuatro años. Esta reforma fue fundamental para estabilizar el calendario y establecer una base más precisa para el futuro calendario gregoriano.
Los nombres de los meses: significado y origen
- Enero: en honor al dios Jano
Esta deidad poseía dos caras y era el dios de las puertas, representaba los principios y los finales. El nombre de enero, con más sentido en inglés, donde es ‘January’, se estableció para conmemorar a Janus abriendo el año.
- Febrero: los romanos celebraban ciertos ritos religiosos dedicados al dios Plutón. Del latín “Februare”, este mes significa “limpiarse”, ya que los rituales pretendían obtener la pureza.
- Marzo: este mes está dedicado a Marte, el dios de la guerra. A esta deidad se le honró con este mes porque durante marzo los romanos planeaban sus campañas militares.
- Abril: durante este mes las plantas comienzan a florecer, a “abrirse”. Y eso es lo que significa “Aperio”, origen del actual abril. También se piensa que es un mes dedicado a la diosa Venus.
- Mayo: está dedicado a otra diosa, Maia, quien fuera deidad de la primavera. Además, los sacrificios a Maia se realizaban el primer día del mes.
- Junio: los romanos dedicaron este mes a Juno, diosa del matrimonio, esposa de Zeus y reina de los dioses.
- Julio: cuando había solo diez meses en el calendario, julio era el quinto y se denominaba “Quintilis”. Con la ampliación que sumó enero y febrero, a este mes se le puso el nombre de Julio César porque el gobernante nació durante ese periodo.
- Agosto: al igual que con el mes anterior, agosto también fue dedicado a un emperador: Augusto. Antes se denominaba “Sextilis”.
- Septiembre: este mes era, contando desde marzo, el séptimo del año. De ahí su nombre en latín, “septem”, y su adecuación actual.
- Octubre: el número ocho en latín se escribía “octo”, y de ahí proviene el nombre del, actualmente, décimo mes del año.
- Noviembre: al igual que con los ejemplos anteriores, era el noveno mes del año.
- Diciembre: si enero y febrero no se hubieran añadido al calendario juliano, diciembre sería el décimo mes del año, como su nombre indica. Sin embargo, el sistema impuesto por Julio César atrasó su posición, siendo el duodécimo y último mes en la actualidad.
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