Gabriela García Muñoz
El Templo Conventual de Nuestra Señora del Carmen, ubicado en el Centro Histórico de Puebla, se llenó de fervor y alegría durante la celebración anual en honor a la Virgen del Carmen.
Miles de fieles acudieron para agradecer favores, pedir fortaleza ante las adversidades económicas y participar en la tradicional verbena popular.
Los devotos formaron largas filas para acceder al templo y venerar el retablo neoclásico, obra del reconocido escultor José Antonio Villegas Cora. La celebración combinó elementos religiosos con una atmósfera festiva, ofreciendo a los asistentes una variedad de experiencias.
Las calles aledañas al templo, como la 16 de Septiembre, 17 Oriente, 15 Oriente y 21 Oriente, se transformaron en un colorido mercado temporal. Puestos ambulantes ofrecieron una amplia gama de productos, desde artículos religiosos hasta sombrillas, pasando por una variedad de alimentos típicos como chalupas, chocolate, pan, pizzas, mole y carnitas.
La tradición se mantuvo viva con las mañanitas cantadas a la Virgen, mientras que los juegos mecánicos instalados en los alrededores del templo proporcionaron entretenimiento para todas las edades. Muchos fieles optaron por realizar primero su visita religiosa antes de disfrutar de las atracciones y la gastronomía local.
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