Irmgard Furchner, de 99 años de edad, fue condenada por el Tribunal Supremo alemán, por su complicidad en el plan de exterminio de judíos cuando trabajaba como secretaria en un campo de concentración nazi.
Fue entre junio de 1943 y abril de 1945 cuando Furchner trabajó como secretaria en el campo de concentración de Stutthof, y se consideró que ayudó en el asesinato de 10 mil personas.
Un tribunal estatal de Itzehoe, en 2022, le impuso dos años de presión condicional, misma que fue confirmada por el Tribunal Supremo, siendo la primera condena contra un civil de participar en el Holocausto.