El personal de un refugio de animales Woodside Animal Welfare Trust en Devon en Inglaterra acogió a dos perros de dos años, Coco y Georgie, después de que falleciera su dueño, quienes presuntamente se habrían vuelto adictos al alcohol.
Al poco tiempo de su llegada, los perros comenzaron a mostrar signos de abstinencia de alcohol y enfermaron gravemente sin motivo aparente, esto dejó muy sorprendidos a los cuidadores, quienes no sabían cómo abordar la situación, desafortunadamente después de cuatro meses, Georgie falleció.
Coco, fue sometido a cuidados intensivos, requirió de medicación, el personal del refugio ha hecho sus hipótesis y creen que su antiguo dueño podría haber sido un alcohólico que habría acostumbrado a sus mascotas a beber.
Tras cuatro semanas bajo sedación “para aliviar el síndrome de abstinencia y reducir el riesgo de nuevos ataques”, Coco ya no toma medicación y empieza a comportarse como un perro normal.