El pasado viernes, las calles del Centro Histórico de Puebla se vieron envueltas en un hecho curioso luego de que se retiraran cámaras de vigilancia que, según reveló el alcalde Pepe Chedraui, llevaban operando al menos seis años.
Este suceso ha levantado preguntas sobre su origen, su propósito y, sobre todo, quién estaba detrás de su instalación. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber sobre este tema que combina misterio, seguridad y un toque de intriga urbana.
Cámaras en el Centro Histórico: Una historia de seis años
El edil Pepe Chedraui informó que estas cámaras de vigilancia no eran recientes, sino que datan de hace seis años, lo que las sitúa en funcionamiento desde la administración de Claudia Rivera como presidenta municipal. Además, su operación coincide con los gobiernos estatales de Miguel Barbosa Huerta y Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
Sin embargo, el alcalde fue claro al deslindar a los gobiernos federal, estatal y municipal de la propiedad o gestión de estos dispositivos. Entonces, si no pertenecían a las autoridades, ¿de quién eran?
La respuesta no es sencilla. Según las declaraciones de Pepe Chedraui, ni los comerciantes, ni los dueños de casonas, ni los vendedores ambulantes del Centro Histórico reclamaron la propiedad de las cámaras. Esto, a pesar de que algunas agrupaciones como 11 de marzo y Fuerza 2000 afirmaron inicialmente que ciertas cámaras, ubicadas entre las calles 14 a 18 Poniente y de la 5 a la 3 Norte, les pertenecían. Sin embargo, al final, también se desvincularon de ellas.
Un retiro inevitable
El alcalde explicó que la decisión de retirar las cámaras de vigilancia del Centro Histórico se tomó tras descubrir que no formaban parte del sistema de seguridad oficial. “Muchas estaban en comercios y pensamos que eran de ellos, pero nos dijeron que no”, afirmó Pepe Chedraui.
Además, algunos ciudadanos y propietarios denunciaron la presencia de estos dispositivos, ya que desconocían quién los había instalado y con qué finalidad. Este desconocimiento llevó a las autoridades a actuar con rapidez para evitar cualquier riesgo o malentendido.
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El secretario de Gobernación municipal, Franco Rodríguez, complementó la información al señalar que las cámaras fueron catalogadas como “parásitos”, un término que sugiere que eran equipos abandonados o sin un propósito claro.
Rodríguez enfatizó que no están vinculadas al C5 (Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo), el sistema oficial de videovigilancia, ni a los locatarios de la zona. Actualmente, estos dispositivos se encuentran bajo resguardo de las instancias correspondientes mientras se investiga su origen.
¿Quién instaló las cámaras en el Centro Histórico y por qué?
La gran incógnita que rodea este caso es quién colocó las cámaras de vigilancia en el Centro Histórico hace seis años y cuál era su objetivo. ¿Fueron parte de un proyecto olvidado por administraciones pasadas? ¿Pertenecían a algún grupo privado que dejó de operarlas? ¿O simplemente se trata de un caso de abandono por parte de comerciantes o agrupaciones que en su momento buscaron reforzar su seguridad?
Por ahora, las autoridades no tienen respuestas concretas, pero aseguran que las investigaciones continúan. Lo que sí está claro es que la presencia de estas cámaras generó incomodidad entre los habitantes del Centro Histórico, quienes exigieron claridad sobre su funcionamiento. La falta de un “dueño” oficial ha alimentado teorías y especulaciones, aunque las autoridades prefieren mantenerse en el terreno de los hechos.
La seguridad en el Centro Histórico: Un tema prioritario
El retiro de estas cámaras de vigilancia pone en el reflector la importancia de la seguridad en el Centro Histórico, un área emblemática de Puebla que atrae a turistas, comerciantes y residentes por igual. La administración de Pepe Chedraui ha subrayado que trabaja para garantizar un entorno seguro, pero este incidente demuestra que aún hay retos por superar, como la coordinación entre los distintos actores que conviven en esta zona.
Para los habitantes y visitantes del Centro Histórico, este episodio podría ser una oportunidad para reflexionar sobre la necesidad de sistemas de vigilancia modernos y transparentes. Mientras tanto, el misterio de las cámaras sin dueño sigue sin resolverse, dejando abierta la puerta a nuevas revelaciones.
Noticias Puebla Retiran cámaras de vigilancia ajenas a Seguridad Pública en el Centro de Puebla