El presidente de Estados Unidos, Joe Biden y la primera dama Jill Biden, acudieron a la escuela Robb en Uvalde, Texas, para ofrecer sus respetos en el monumento dedicado a los 19 niños y dos profesoras que fueron asesinados en tiroteo.
Es el segundo viaje que realiza para consolar a una comunidad afectada por un tiroteo, ya que el 17 de mayo acudió a Buffalo, Nueva York después del asesinato racista de 10 personas en un centro comercial.
Biden se detuvo frente al monumento conmemorativo de 21 cruces blancas y su esposa agregó flores, además de ver altares individuales.
Posteriormente acudieron a misa en la iglesia del Sagrado Corazón y más tarde planteó reunirse en privado con familias en un centro comunitario y después con socorristas antes de regresar a la Casa Blanca.
El sábado el mandatario dijo “hago un llamado a todos los estadounidenses en este momento para que se unan y hagan oír sus voces para trabajar juntos para hacer de esta nación lo que puede y debe ser”, en clara alusión a la regulación de armas.