El papa emérito Benedicto XVI fue despedido en la plaza de San Pedro ante unas 50 mil personas, durante la ceremonia encabezada por el papa Francisco, quien destacó su sabiduría, antes de ser enterrado.
En las exequias, estuvieron 130 cardenales, 400 obispos y 4 mil sacerdotes, y el féretro fue recibido entre aplausos, mientras sonaban las campanas.
Durante la homilía el papa Francisco destacó la “sabiduría, delicadeza y entrega” que Benedicto XVI supo esparcir a lo largo de los años.
Luego del funeral los restos de Joseph Ratzinger fueron trasladados bajo la Basílica de San Pedro para después utilizar la tumba que perteneció a Juan Pablo II.