Gabriela García Muñoz
A mediodía del Jueves Santo en la Catedral Basílica del estado, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, renovó el gesto del lavatorio de pies.
Como en otros años, con doce ancianos del Asilo Particular de Santa Inés, se recreó el momento en el que Jesús limpió los pies de sus 12 apóstoles, en un acto para demostrar humildad y vocación de servicio hacia nuestros semejantes.
“Por muchos años con estos hermanos de la tercera edad, del Asilo de Santa Inés. En otros lugares son jóvenes, son seminaristas, sacerdotes o monaguillos, pero para nosotros en Puebla, la tradición es que estos hermanos vengan a esta celebración”, comentó.
En su mensaje, el líder de grey católica opinó que este año dicho acto tiene especial significado, pues ante la ola de violencia y crímenes que se viven en el país, es urgente como creyentes “buscar lazos de unidad y fraternidad”.
Esta celebración se retomó después de tres años de que se suspendió por la pandemia de Covid-19, debido a que los hombres que representan a los apóstoles eran de la tercera edad, es decir, población vulnerable de ser contagiada.