Gabriela García.
En un emotivo acto durante la eucaristía dominical en la Catedral de Puebla, el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa ofreció una plegaria especial por el eterno descanso de las personas fallecidas a causa de la violencia en Puebla y en todo México. Este gesto resalta la preocupación de la Iglesia por la creciente ola de inseguridad que afecta al país.
Un homenaje a las víctimas de la violencia
Durante la ceremonia, el líder eclesiástico conmovió a los fieles al mencionar individualmente a varias víctimas recientes de la violencia en la región:
- Alberto Hernández Feliciano, exedil de Altepexi, asesinado recientemente.
- Fortino N., comerciante que perdió la vida en Atlixco.
- Irma Hernández Cruz, educadora víctima de un acto violento en Veracruz.
Además, el arzobispo extendió su oración a todas las personas que han perdido la vida debido a la violencia en México, haciendo un llamado a la paz y la reconciliación en el país.
Un recuerdo especial para María de Jesús Mundo
En su mensaje, Sánchez Espinosa también dedicó un momento para recordar a María de Jesús Mundo, una anciana que se convirtió en un símbolo de esperanza y perseverancia en Puebla. Durante años, María esperó en la Central de Autobuses de Puebla (CAPU) el regreso de su hija desaparecida. Su reciente fallecimiento por causas naturales dejó un profundo impacto en la comunidad, que la recuerda como un ejemplo de amor y fortaleza.
Un llamado a la unidad y la esperanza
El arzobispo instó a los fieles a unirse en oración para pedir por un México más seguro y justo, donde la violencia no tenga cabida. Este mensaje resuena en un contexto de desafíos sociales, reforzando el papel de la fe como un medio para buscar soluciones a la inseguridad.
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