Después de 16 años en el poder, la canciller alemana Ángela Merkel anuncia su retirada de la política entre aplausos de agradecimiento de su pueblo. La noticia es un duro golpe para los políticos de partidos opuestos, que han reconocido en esta mujer a la principal figura política de Europa en lo que va de siglo.
Ángela Mekel llegó a los 51 años de edad a su cargo actual. Hasta el momento había incursionado un poco en la política, a pesar de que en su formación se inclinaba hacia las ciencias. Merkel posee un doctorado en Química Cuántica y estudió Física. Sin embargo, el hecho de haber crecido bajo el régimen comunista de la Alemania oriental influyó en lo que después sería su sello político : democracia y mano dura.
La despiden con aplausos
Angela Merkel dejó su jefatura en 2018, tras 18 años al frente del partido y le tomó el relevo Annegret Kramp-Karrenbauer, leal a su línea pero sin capacidad de liderazgo, lo que precipitó la siguiente búsqueda de un sucesor.
Ante la salida de Merkel, el pueblo alemán salió a los balcones de las casas y aplaudió espontáneamente durante 6 minutos continuos de calurosos aplausos, sin poetas populares, escoria, escoria, descaro, coloristas y escaladores.
Angela Merkel quedará para la historia como una mujer íntegra, fuerte, ejemplar, humana e inteligente.
Su Historia
Nacida en Hamburgo, en el año de 1954, se convirtió en presidenta de la Unión Demócrata Cristiana desde el 2000 y canciller de la República Federal de Alemania desde 2005.
Se trata de la primera mujer que asumió la jefatura del Gobierno federal desde que nació el Estado alemán (1870) y el primer canciller originario de la extinta República Democrática Alemana (RDA).
Poco después de la caída del Muro de Berlín (1989), ya con grado de doctorado en química cuántica y habiendo ejercido en el campo de la investigación, dejó su trabajo científico para unirse a un nuevo grupo político que se había formado en su vecindario. Angela Merkel «por pura inteligencia y una serie de maniobras tácticas oportunas, ascendió en 2005 a la cancillería, el jefe del gobierno federal de Alemania. Su trayectoria fue dramática e infrecuente: para una mujer, para un alemán oriental y para un científico capacitado sin experiencia en derecho o servicio civil».
Para Stefan Kornelius, biógrafo oficial de la canciller, atribuye el cambio a la constatación de que, como científica de la Alemania Oriental más pobre y con pocos recursos, sus pares occidentales la «superarían».
Merkel nunca ha hablado públicamente sobre por qué dejó la ciencia, «pero tal vez sea porque realmente nunca la dejó», acota la periodista Saskia Miller, al señalar que ello se refleja en la investigación deliberada de cada nueva información sobre la pandemia y la consulta cautelosa que hace con expertos.