Una vez más activistas intentan dañar una obra de arte, en esta ocasión tres integrantes de un grupo ecologista fueron detenidas tras tratar de adherirse con pegamento a “El grito” de Edvard Munch, en el Museo Nacional de Oslo.
La Policía en su cuenta en Twitter informó que fueron los guardias de seguridad los que retuvieron a las jóvenes y avisaron a los agentes, sin que tuvieran éxito en su acción, aunque quedaron restos de pegamento en la vitrina que cubre el cuadro, que no sufrió daños.
Dos de las activistas trataron de adherirse al cuadro mientras otra filmaba la escena, gritando “No habrá ningún grito cuando la gente muera” o “Ningún grito cuando los políticos ignoran a la ciencia”, recogió la agencia NTB.
Las activistas, todas mujeres, pertenecen al grupo ecologista Stopp Oljetinga (Detengan la actividad petrolera), que en un comunicado aseguró que la acción pretendía alertar a la gente y presionar al Gobierno para que cambie la política del principal exportador de gas y petróleo de Europa occidental.
Según declaró una portavoz del grupo a la televisión pública NRK, escogieron “El grito“, la obra más famosa de Munch y considerada un cuadro emblemático del expresionismo, para llamar la atención y no pretendían dañarla.