Joaquín Guzmán López, hijo del conocido narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán y figura clave en la facción criminal conocida como “Los Chapitos”, se declaró culpable este lunes ante un tribunal federal de Chicago de cargos de narcotráfico y empresa criminal continua. Este movimiento judicial ocurre meses después de que su hermano, Ovidio Guzmán López, también alcanzara un acuerdo de culpabilidad con la fiscalía estadounidense.
Detalles Clave del Acuerdo de Culpabilidad
Guzmán López, de 39 años, admitió haber participado activamente en la supervisión de la producción y el contrabando de “cantidades asombrosas” de diversas drogas a Estados Unidos, incluyendo cocaína, heroína, metanfetamina, mariguana y, crucialmente, fentanilo. Las autoridades federales han señalado al Cártel de Sinaloa como principal responsable de la entrada de fentanilo en el país, un opioide sintético que ha exacerbado la crisis de sobredosis y muertes anuales en la nación.
- Alcance Criminal: Reconoció su papel como líder de la célula “Los Chapitos”, que, junto a sus hermanos, asumió las operaciones delictivas tras la condena a cadena perpetua de su padre en 2019.
- Aterrizaje y Captura: La declaración de culpabilidad se produce tras su detención en julio de 2024 en Texas. Guzmán López fue arrestado al aterrizar en un avión privado junto a Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa.
- Revelación Impactante: Como parte de la declaración, Guzmán López confesó haber orquestado un engaño para facilitar la captura de Zambada, entonces uno de los fugitivos más buscados, con la esperanza de obtener una sentencia más favorable.
- Sentencia Recomendada: A cambio de su cooperación continua, los fiscales federales recomendarán una pena inferior a la cadena perpetua obligatoria a la que se enfrentaba inicialmente.
“Los Chapitos”
La detención y el acuerdo de culpabilidad de Joaquín Guzmán López, sumado al acuerdo previo de su hermano Ovidio en julio, representan un avance significativo para el gobierno de Estados Unidos en su estrategia para desmantelar la cúpula del Cártel de Sinaloa.
Sin embargo, la captura de ambos capos y la de Zambada han desatado una guerra interna por el control del cártel en México. Según datos oficiales, este conflicto entre “Los Chapitos” y la facción de “El Mayo” Zambada ha provocado un repunte de violencia, con más de 1,200 muertos y cerca de 1,400 desaparecidos.
La justicia estadounidense continúa presionando a la red criminal que sucedió a “El Chapo”, poniendo en el foco la lucha contra el narcotráfico transnacional y, especialmente, el tráfico de fentanilo.
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