Thalía Becerra
El Museo Romano de Lausana en Suiza fue víctima de un robo que resultó en la sustracción de diversas monedas de oro. El incidente subraya una tendencia preocupante en Europa con la creciente vulnerabilidad de las instituciones culturales ante el crimen organizado.
Modus operandi de los delincuentes
De acuerdo con los reportes, dos individuos ingresaron al recinto poco antes de la hora de cierre, haciéndose pasar por visitantes. Una vez dentro, los asaltantes sometieron a un guardia de seguridad de 64 años.
Posteriormente, forzaron una vitrina protegida y robaron las valiosas piezas en exhibición. El vigilante, a pesar de la agresión, logró activar la alarma de pánico. Sin embargo, los ladrones ya se habían dado a la fuga.
Pérdida de patrimonio cultural global
El botín sustraído no solo posee un alto valor económico, sino también un significado arqueológico incalculable. Estas monedas romanas son testimonio directo de la historia de Lausana y un patrimonio cultural global.
Además, la dificultad de rastrear y recuperar artefactos —que pueden ser fundidos o vendidos en mercados ilegales— hace que la pérdida sea, en muchos casos, irreversible.
El Museo ha iniciado un inventario exhaustivo para determinar la cantidad exacta de piezas robadas. Mientras que el Ministerio Público ha encargado la investigación a la policía judicial de la zona.
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