El pan de Zacatlán es declarado Patrimonio Cultural Intangible de Puebla

El icónico pan de Zacatlán relleno de queso fue declarado oficialmente Patrimonio Cultural Intangible del Estado de Puebla, un reconocimiento que protege sus procesos artesanales y resalta su valor dentro de la gastronomía tradicional mexicana. Este decreto, que entró en vigor el 11 de noviembre, consolida más de un siglo de historia panadera en la Sierra Norte poblana.

Un símbolo de identidad de Zacatlán y orgullo poblano

La declaratoria emitida por el Gobierno del Estado reconoce la transmisión intergeneracional de conocimientos que ha permitido preservar esta tradición desde principios del siglo XX, cuando panaderías emblemáticas como La Fama de Zacatlán y la Panadería Vázquez comenzaron a elaborar el característico pan relleno de queso.

Este producto se distingue por su masa dulce, espolvoreada con azúcar y rellena de requesón fresco, lo que le otorga su sabor único y su textura suave. A lo largo de los años, las familias locales han mantenido vivas las técnicas originales, utilizando hornos de piedra y leña, los mismos que hoy siguen activos en los talleres tradicionales del municipio.

La receta tradicional del pan de Zacatlán

El proceso de elaboración conserva ingredientes básicos y naturales que reflejan el alma de la panadería artesanal poblana:

  • Harina de trigo de molienda fina
  • Manteca o en algunos casos mantequilla
  • Anís, canela y masa madre, que aportan aroma y fermentación natural
  • Queso fresco de vaca o cabra, elaborado localmente

Cada pieza es moldeada a mano y horneada en ladrillo, lo que garantiza una cocción uniforme y un sabor que evoca tradición. Este tipo de pan suele acompañarse con café de olla, chocolate caliente o atole, especialmente durante la temporada de Todos Santos o en los meses de frío en la sierra.

Un legado vivo: más de 100 años de historia panadera

El pan zacateco no es solo un alimento, sino un elemento profundamente arraigado en la vida cotidiana de las familias de la región.

Durante generaciones, este pan ha estado presente en celebraciones, rituales y festividades religiosas. Existen diversas variantes locales, como los llamados “muertos rojos”, elaborados para el Día de Muertos, o las roscas de reyes al estilo Zacatlán, que adaptan la receta tradicional con toques festivos.

Actualmente, Zacatlán cuenta con más de 25 panaderías tradicionales y decenas de talleres familiares dedicados a la producción de este pan emblemático. Estas panaderías no solo sostienen una actividad económica local, sino que son guardianas de una herencia cultural reconocida por su autenticidad y arraigo.

Declaratoria y plan de salvaguardia

El decreto que otorga el reconocimiento patrimonial incluye un plan de salvaguardia con cinco medidas fundamentales para garantizar la continuidad de esta tradición:

  1. Transmisión intergeneracional de conocimientos: fomentar el aprendizaje entre panaderos jóvenes y maestros artesanos.
  2. Documentación e investigación: recopilar información sobre técnicas, recetas y herramientas tradicionales.
  3. Preservación de los procesos originales: proteger los métodos de horneado y elaboración artesanal.
  4. Promoción cultural y turística: difundir la importancia del pan zacateco como atractivo gastronómico.
  5. Revitalización comunitaria: fortalecer la identidad local mediante ferias y talleres.

Con este reconocimiento, el pan de Zacatlán se suma a otros productos declarados patrimonio cultural en Puebla, como el mole de caderas y el chile en nogada, símbolos que reflejan la riqueza culinaria y la diversidad cultural del estado.

Un impulso al turismo y a la economía local

La declaratoria representa también una oportunidad para impulsar el turismo gastronómico en Zacatlán, uno de los Pueblos Mágicos más visitados de Puebla. Con este reconocimiento, se espera que el municipio fortalezca su oferta turística con rutas panaderas, demostraciones artesanales y festivales dedicados a este producto.

El pan relleno de queso ya era considerado un emblema de la región, pero ahora, bajo la figura de Patrimonio Cultural Intangible, adquiere una protección jurídica y cultural que garantiza su permanencia frente a la industrialización y la pérdida de técnicas tradicionales.

“Este reconocimiento no solo preserva una receta, sino una historia de esfuerzo, sabor y comunidad que ha pasado de generación en generación”, señalaron autoridades locales durante la ceremonia de declaratoria.

Un orgullo poblano que trasciende generaciones

El pan de Zacatlán relleno de queso se consolida como un símbolo del patrimonio cultural y gastronómico de Puebla, un legado que combina historia, sabor y tradición. Su reconocimiento como Patrimonio Cultural Intangible no solo protege su elaboración artesanal, sino que también rinde homenaje a las familias panaderas que han mantenido viva esta tradición por más de un siglo.

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