El famoso Cubo de Rubik es un rompecabezas mecánico tridimensional inventado por Erno Rubik en 1974. Consiste en un cubo dividido en 26 piezas más pequeñas que pueden girar independientemente sobre tres ejes.
El objetivo es mezclar los colores de las caras del cubo y luego devolverlo a su estado original, donde cada cara muestra un solo color.
Es un desafío mental que requiere lógica, paciencia y estrategia para ser resuelto.

El cubo Rubik: el juego que desafía la mente desde hace más de 50 años
Lo has visto en tiendas, películas, videos de TikTok, y tal vez lo intentaste resolver más de una vez… sin éxito. El cubo Rubik es uno de esos objetos que, pese a su aparente simplicidad, encierra un mundo de matemáticas, lógica, arte y pasión.
Fue inventado en 1974 por el húngaro Ernő Rubik, un profesor de arquitectura que buscaba una forma didáctica para enseñar a sus alumnos sobre estructuras tridimensionales.

En un inicio, lo llamó “Cubo Mágico”, y no fue hasta 1980 que fue patentado internacionalmente con el nombre de Rubik’s Cube.
Desde su lanzamiento al mercado global, se han vendido más de 450 millones de unidades, convirtiéndose en el rompecabezas más vendido de la historia.
¿Por qué es tan difícil? Un universo de combinaciones
Aunque tenga solo seis caras y 54 colores visibles, el cubo Rubik tiene 43,252,003,274,489,856,000 combinaciones posibles. Resolverlo requiere una mezcla de estrategia, memoria y mucha práctica.
Sin embargo, el número máximo de movimientos necesarios para resolver cualquier posición del cubo es 20. A esto se le llama el número de Dios, porque representa la solución óptima, sin importar lo mezclado que esté el cubo.
Récords que giran a toda velocidad
Hoy en día existe una comunidad mundial llamada speedcubing, con miles de jóvenes (y no tan jóvenes) compitiendo por resolver el cubo en el menor tiempo posible.
Entre los récords más sorprendentes están:
- 3.13 segundos – récord mundial actual de resolución, logrado por Max Park, un joven con autismo de California que ha roto múltiples marcas internacionales.
- Resolverlo con los ojos vendados: en 14.51 segundos.
- Resolverlo con una sola mano: en 6.82 segundos.
- Resolverlo tras memorizarlo y luego armarlo a ciegas.
Incluso existía la modalidad de resolverlo con los pies, pero fue eliminada por la World Cube Association en 2020.
Más que un juego: terapia, arte y cultura pop
El cubo Rubik ha aparecido en películas, arte y moda. Para muchos, es una herramienta terapéutica, para otros una disciplina de alto nivel. Y si alguna vez lo dejaste tirado porque no pudiste resolverlo, no estás solo: solo el 5.8% de quienes lo compran logran resolverlo sin ayuda.
El cubo Rubik es también una herramienta terapéutica: se utiliza para mejorar la concentración, la motricidad fina y combatir la ansiedad.
Ha aparecido en películas como En busca de la felicidad, en instalaciones artísticas gigantescas, e incluso hay versiones con cristales Swarovski y oro puro.
Y aunque parezca un reto imposible, más de 5 millones de personas han aprendido a resolverlo gracias a tutoriales en YouTube.
Curiosidades que quizás no sabías
- El cubo Rubik original de 1974 no giraba con facilidad. Rubik lo tuvo que mejorar para que no se desarmara.
- Existen 43 quintillones de combinaciones posibles (43,252,003,274,489,856,000 para ser exactos).
- El número máximo de movimientos necesarios para resolver cualquier combinación es 20, conocido como “el número de Dios” en el mundo del speedcubing.
- Hay competencias oficiales de la World Cube Association, donde se compite con los ojos vendados, con una sola mano e incluso con los pies (aunque esta última modalidad ya no es oficial).
- En Hungría fue todo un éxito antes de llegar a occidente, y durante la Guerra Fría, se convirtió en un símbolo de ingenio del bloque del Este.
- Hay cubos de muchas formas: pirámides (Pyraminx), dodecaedros (Megaminx) y hasta un cubo de 17x17x17 que cuesta más de $1,000 USD.
- Hay algoritmos oficiales que enseñan a resolverlo en 7 pasos. El método más popular es el CFOP (Cross, F2L, OLL, PLL).
Así que ya sea que lo hayas resuelto, abandonado a la mitad o nunca lo hayas intentado, el cubo Rubik sigue siendo una pieza universal de desafío mental.
Su atractivo va más allá del entretenimiento: es símbolo de perseverancia, lógica… y de que siempre hay una solución, por más desordenado que parezca el panorama.
Si alguna vez lo dejaste tirado porque no pudiste resolverlo, no estás solo: solo el 5.8% de quienes lo compran logran resolverlo sin ayuda.
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