La alarmante propagación de incendios forestales ha desatado una crisis en importantes zonas turísticas de Grecia y Turquía, provocando la evacuación de miles de personas y, lamentablemente, cobrando la vida de un individuo en territorio turco.
Bomberos y equipos de emergencia de ambos países trabajan sin descanso para contener las llamas, mientras las autoridades priorizan la seguridad de residentes y turistas frente a una combinación de altas temperaturas, sequía y vientos intensos. Esta situación resalta la creciente vulnerabilidad de la región mediterránea a los fenómenos climáticos extremos.
Los eventos actuales se desarrollan en medio de condiciones meteorológicas desfavorables, con temperaturas elevadas y ráfagas de viento que superan los 85 km/h en algunas áreas. Estos factores propician la rápida extensión de los fuegos, que amenazan no solo vastas extensiones boscosas y ecosistemas, sino también comunidades habitadas y la infraestructura turística, un pilar económico crucial para ambas naciones.
Grecia: Creta y Ática bajo el azote del fuego
En Grecia, la isla de Creta, uno de los destinos turísticos más importantes del país, enfrenta un incendio de gran magnitud que se declaró el miércoles. En el sureste de la isla, cerca de la ciudad costera de Ierapetra, las llamas obligaron a la evacuación preventiva de unas 5 mil personas, principalmente turistas, durante la noche del miércoles al jueves. Yorgos Tzarakis, presidente de la unión de hoteleros de la región, informó que cerca de 3 mil turistas y 2 mil habitantes fueron trasladados a zonas seguras tras recibir un mensaje de emergencia de las autoridades.
La televisión pública ERT reportó “más de un millar” de evacuados, incluyendo turistas. Adicionalmente, otro foco de incendio se activó el jueves por la tarde a unos treinta kilómetros de la capital griega, Atenas, cerca de Rafina, una localidad portuaria con gran afluencia turística.
Este nuevo incendio provocó el cierre de la carretera principal que conecta con la capital. Kostas Tsigas, responsable de bomberos, indicó que se envió un “mensaje de emergencia para la evacuación” a los teléfonos móviles de los habitantes de las localidades cercanas a las llamas, subrayando la urgencia de la situación. Los bomberos griegos, apoyados por medios aéreos como hidroaviones y helicópteros, continúan sus arduas labores de contención.

Turquía: Esmirna y sus alrededores sufren incendios con pérdidas humanas
Paralelamente, la vecina Turquía también lucha contra incendios forestales que devoran los bosques desde la noche del miércoles. La provincia de Esmirna, en el oeste del país y una importante región turística, es uno de los puntos más afectados. Los vientos de más de 85 km/h han atizado los dos principales focos cercanos a la ciudad.
Lamentablemente, estos incendios ya han cobrado una vida. Salih Uzun, miembro del partido opositor CHP, informó a Halk TV que una persona mayor falleció en un incendio cercano a Odemiş, a unos 100 kilómetros al este de Esmirna. La víctima, un anciano postrado en cama, no pudo ser salvada a pesar de que la aldea fue evacuada.
Este trágico incidente resalta la peligrosidad de la situación y la necesidad de una evacuación rápida y efectiva. Otro gran incendio avanza cerca de Cesme, aproximadamente a 80 kilómetros al oeste de Esmirna, lo que ha llevado a la evacuación de otros tres pueblos en esa área, mostrando la extensión de la amenaza en la provincia.
Impacto en el turismo y la economía regional
Los incendios forestales tienen un impacto devastador no solo en el medio ambiente y la seguridad de las personas, sino también en la economía de las regiones afectadas. Tanto Grecia como Turquía dependen en gran medida del turismo, especialmente durante la temporada alta de verano.
Las evacuaciones masivas y las imágenes de destrucción afectan la percepción de seguridad de los destinos, lo que podría traducirse en una disminución de las reservas y una pérdida significativa de ingresos para las empresas locales y nacionales. La interrupción de vuelos, el cierre de hoteles y la destrucción de la infraestructura turística representan un golpe económico considerable.
La recuperación de estas zonas no solo implicará la reforestación y la reconstrucción física, sino también la restauración de la confianza de los visitantes. La atención internacional se centra ahora en la gestión de la crisis y en cómo estos países afrontarán la recuperación a largo plazo, buscando mitigar los efectos de los incendios en su sector turístico vital.

Desafíos climáticos y llamado a la acción global
La recurrencia y la intensidad de los incendios forestales en el Mediterráneo están intrínsecamente ligadas a la crisis climática. Las olas de calor prolongadas, la sequía persistente y los vientos secos y fuertes crean un escenario de alto riesgo, donde la vegetación seca se convierte en combustible altamente inflamable. Este año, las condiciones meteorológicas han sido particularmente adversas en la región, lo que ha exacerbado la amenaza de los fuegos.
Las autoridades de ambos países enfrentan el desafío de proteger a sus poblaciones, sus ecosistemas y sus economías ante fenómenos que se vuelven cada vez más frecuentes e intensos. La inversión en equipos de extinción de incendios, la mejora de los sistemas de alerta temprana, la gestión forestal preventiva y la sensibilización de la población son elementos cruciales en la estrategia para mitigar el riesgo.
La colaboración internacional y el intercambio de experiencias también son fundamentales para abordar una amenaza que trasciende fronteras y que exige una respuesta coordinada a nivel global ante los efectos del cambio climático. La prioridad inmediata sigue siendo la contención de las llamas y la salvaguarda de vidas humanas.
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