Un lamentable incidente ha sacudido el mundo del arte y los museos, generando un amplio debate sobre el comportamiento de los visitantes en espacios culturales. Una obra de arte contemporánea, una escultura que rinde homenaje a Vincent van Gogh, fue severamente dañada en el Palazzo Maffei Verona, en Italia, después de que un turista intentara tomarse una fotografía sentado sobre ella. El suceso, que rápidamente se volvió viral gracias a un video difundido por el propio museo, ha puesto de manifiesto los riesgos que enfrentan las obras de arte ante la búsqueda de la foto perfecta en redes sociales.
El incidente en el Palazzo Maffei Verona
Los hechos tuvieron lugar en el reconocido Palazzo Maffei Verona, un museo que alberga una colección significativa de arte, incluyendo piezas contemporáneas. La fecha exacta del incidente no ha sido precisada, pero ocurrió antes del 16 de junio de 2025, generando una rápida reacción en medios de comunicación y plataformas digitales.
Los protagonistas del suceso fueron dos turistas, una pareja, quienes se aproximaron a la escultura en cuestión. Según el registro visual y los reportes del museo, la pareja esperó un momento en que el personal de seguridad no estuviera presente o visible en la sala para proceder con su intento de fotografía.
En un acto de desconsideración hacia las normas del museo y la integridad de la pieza, uno de los turistas, un hombre, decidió sentarse sobre la escultura con el fin de posar para una fotografía. Esta acción imprudente resultó en la fractura instantánea de la obra.

La obra dañada: Un homenaje a Van Gogh
La obra de arte afectada es la icónica “Van Gogh” chair, una creación del artista italiano Nicola Bolla. Esta escultura no es una silla funcional, sino una pieza artística cubierta con cientos de cristales de Swarovski, que le confieren un aspecto brillante y único.
La obra de Bolla es, a su vez, un homenaje directo a la famosa pintura de Vincent van Gogh, “La silla de Van Gogh“, realizada por el maestro postimpresionista en 1888. La pieza de Bolla reinterpreta un objeto cotidiano a través de materiales lujosos y un concepto artístico, elevándola a la categoría de escultura.
El daño sufrido por la escultura de Bolla fue considerable. Tras el intento del turista de sentarse, la obra se rompió, sufriendo desperfectos graves, específicamente la fractura de dos de sus patas y una parte significativa del asiento principal. Este daño comprometió la estructura de la pieza y alteró su diseño original.
Reacción del museo y el impacto del video viral
Tras el incidente, la pareja de turistas abandonó el museo sin reportar el daño causado a la escultura. Fue el propio personal del Palazzo Maffei Verona quien descubrió los desperfectos y, al revisar las grabaciones de seguridad, identificó la causa y a los responsables.
El museo, en un acto que buscaba concientizar sobre la importancia de la conservación del patrimonio artístico y el respeto a las normas de los museos, decidió hacer público el video del incidente. La difusión de este material en redes sociales provocó una reacción masiva, generando indignación y condena generalizada hacia el comportamiento de los turistas.
El museo expresó su profunda insatisfacción con lo que calificó como una falta de respeto que causó un daño significativo a una de sus obras. El incidente se convirtió rápidamente en un ejemplo de lo que no se debe hacer en un museo.
Valor de la obra y su restauración
La escultura “Van Gogh” chair de Nicola Bolla es considerada una pieza de considerable valor. Aunque el museo la ha calificado como “invaluable”, algunas estimaciones de medios de comunicación han situado su valor en al menos 43,000 euros. Este alto costo refleja no solo el material (cristales de Swarovski), sino también la autoría de Nicola Bolla y su conexión conceptual con uno de los artistas más influyentes de la historia del arte.
Afortunadamente para el patrimonio artístico, la escultura fue sometida a un proceso de restauración. Especialistas trabajaron en la reparación de los daños sufridos, logrando que la “Van Gogh” chair de Nicola Bolla fuera restaurada y puesta de nuevo en exhibición en el Palazzo Maffei Verona. Este proceso de restauración subraya la dedicación de los museos y conservadores por proteger y mantener vivas las obras de arte para el disfrute del público.

El debate sobre el comportamiento en los museos
Este incidente en el Palazzo Maffei ha reavivado un debate importante y recurrente sobre el comportamiento de los visitantes en los museos. En la era de las redes sociales y la cultura de la inmediatez, la búsqueda de la “foto viral” o la “selfie perfecta” ha llevado a algunos individuos a ignorar las normas básicas de respeto y seguridad en espacios culturales.
Los museos son lugares de preservación cultural y aprendizaje, donde las obras se exhiben para su contemplación y estudio, no como accesorios para fotografías personales que pongan en riesgo su integridad. La mayoría de los museos tienen reglas claras que prohíben tocar las obras de arte, sentarse en ellas o realizar acciones que puedan ponerlas en peligro. El incidente de la “silla de Van Gogh” en Verona sirve como un recordatorio contundente de las consecuencias que puede tener la negligencia y la falta de conciencia sobre el valor y la fragilidad del patrimonio artístico.
Lecciones y consecuencias
El escándalo en Italia no solo ha generado titulares, sino que también ha servido como una lección para museos y visitantes. Para los museos, refuerza la necesidad de mantener una vigilancia constante y educar continuamente a los visitantes sobre las prácticas adecuadas dentro de sus instalaciones. Para el público, es un llamado a la reflexión sobre la responsabilidad individual al interactuar con el arte y la cultura.
La historia de la “silla de Van Gogh” en el Palazzo Maffei resalta la importancia del respeto al arte y la conciencia cultural para la preservación de nuestro patrimonio global. Este suceso, viral en redes sociales, destaca la importancia de la educación en museos.
En resumen, el incidente de la “Van Gogh” chair en Verona, provocado por la búsqueda de una fotografía, es un claro ejemplo de cómo la falta de civismo puede poner en riesgo valiosas obras de arte. La rápida acción del museo al difundir el video y la posterior restauración de la pieza demuestran el compromiso con la preservación cultural, al tiempo que envían un mensaje claro sobre la importancia de la prudencia y el respeto en nuestros espacios culturales.
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