El 8 de diciembre de 1980, cambió la historia.
Mark David Chapman asesinó con cinco disparos con un revólver calibre .38 mm a John Lennon, ex estrella de los Beatles, quien se había consagrado como uno de los más grandes íconos culturales del Siglo XX
Lennon y Chapman ya se habían cruzado en la calle unas horas antes. Incluso, habían interactuado y el propio músico le había firmado un ejemplar del nuevo disco que estaba a punto de sacar junto a su pareja Yoko Ono, “Double Fantasy”.
La historia también contaría que el propio Chapman había hecho su vigilia en la puerta del Edificio Dakota otras tres veces antes y que hasta había volado desde Hawai a Nueva York tres meses antes para cometer ese mismo asesinato. En aquel momento, se había arrepentido a tiempo.
Ese ex empleado de seguridad de 25 años había cumplido con un plan armado durante meses. Había hecho caso a sus demonios internos y cambió la escena artística en todo el planeta.
En ese final de 1980, Lennon preparaba su regreso a la luz publica.
Habían transcurrido cinco años sin que lanzara un álbum de música y llegaba el lanzamiento de “Double Fantasy”, un LP exclusivo de su pareja con Yoko Ono.
Tres de sus mejores canciones:
“Imagine”
“Woman”
“Happy Xmas (War Is Over)”