El presidente, Andrés Manuel López Obrador justificó el cierre de la unidad antidrogas que colaboraba con la Administración de Control de Drogas (DEA) porque estaba infiltrada por la delincuencia.
Destacó que la agencia cerró hace más de un año porque “se demostró que ese grupo estaba infiltrado por la delincuencia, inclusive uno de sus jefes está siendo juzgado en Estados Unidos”.
En la rueda de prensa mañanera, López Obrador afirmó que se mantiene la cooperación con Estados Unidos pero con respeto “queremos que se respete y se mantenga la soberanía”.
“Antes entraban y salían, ellos mandaban, hacían lo que querían y fabricaban delitos”, refiriéndose a los agentes y afirmando que realizaban cosas sin el conocimiento de las autoridades de Estados Unidos.
“Hemos hecho un llamado muy respetuoso a que ponga orden, se tiene que saber y evitar desde luego el contubernio de autoridades y la delincuencia”, afirmó.
López Obrador precisó que “ya hay un lineamiento, no a violaciones de nuestra soberanía, no a que operen grupos extranjeros en funciones que solo corresponden a las autoridades mexicanas, no a las violaciones de derechos humanos, no a masacres, no a la tortura”.
Fue la agencia Reuters quien informó del cierre del grupo de élite de la Unidad de Investigación Especial (SIU por sus siglas en inglés) que es entrenada por la DEA pero está bajo el control del gobierno mexicano.