El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que el próximo 2 de abril impondrá una nueva ronda de aranceles dirigidos al sector automotriz. Durante su declaración desde el Despacho Oval, bromeó diciendo que no lo haría el 1 de abril por coincidir con el “Día de las Bromas”.
Este anuncio se produce un día después de que Trump firmara un memorando para establecer aranceles recíprocos a los países que gravan productos estadounidenses. Según el mandatario, esta medida busca equilibrar las tarifas impuestas a las exportaciones de Estados Unidos. Aunque los nuevos aranceles no entrarán en vigor de inmediato, se implementarán en “semanas o meses”, y los primeros países afectados serán aquellos con los que EE. UU. tiene un mayor déficit comercial.
Trump defendió esta decisión como un acto de “justicia” económica: “Nosotros cobraremos lo mismo que un país hace pagar a Estados Unidos, ni más ni menos”, declaró.
El presidente también reafirmó su postura a favor de los aranceles como herramienta para proteger la industria nacional. Recordó que en su primer mandato (2017-2021) ya impuso un 25% de aranceles a las importaciones de aluminio y acero, lo que, según él, ayudó a salvar la industria del acero estadounidense.
Los nuevos aranceles no seguirán un criterio homogéneo. En lugar de establecer una tarifa uniforme del 10% o 25%, se fijarán tasas específicas en función de los aranceles y “barreras” comerciales que cada nación impone a Estados Unidos.
Impacto en México y la industria automotriz
México, siendo uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos y con una fuerte industria automotriz orientada a la exportación, podría verse afectado por esta nueva medida. Las empresas del sector deberán estar atentas a las nuevas tarifas y evaluar estrategias para mitigar su impacto en la competitividad y costos de producción.
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