Rocío González
Surgimiento de la herida: De la concepción al primer año.
Máscara: Huidizo. Retraimiento/Timidez.
Progenitor: Del mismo sexo. ( papá-hijo, mamá-hija)
Cuerpo: Contraído, angosto, delgado y fragmentado, para ocupar poco lugar o querer desaparecer.
Duda de su derecho a existir. Parece un adulto en cuerpo de niño.
Ojos: Pequeños, atemorizados, ausentes y vacíos con la impresión de llevar un antifaz.
Vocabulario: Nulo, Inexistente, Quiero desaparecer. “No valgo nada”, “Quiero desaparecer”.
Carácter: Desapegado a lo material, perfeccionista, intelectual. Pasa por las fases de gran amor a odio profundo. Se compara con quienes son mejores que él, sintiéndose juzgado.
– No cree en su derecho de existir (bebé no deseado o sexo no deseado).
– Tiene dificultades sexuales. Se siente fácilmente rechazado por las personas de su mismo sexo y teme rechazar al sexo opuesto.
– Se cree inexistente, carente de valor y dificultad para amarse y aceptarse.
– Procura la soledad, se contrae, para evitar sentir el rechazo.
– Tiene la capacidad de hacerse invisible y busca diferentes medios para huir.
– Un niño sobreprotegido se percibe a sí mismo rechazado, puesto que no se siente aceptado por lo que es.
– Se siente incomprendido y le es difícil creer que alguien más pueda elegirlo como amigo, como pareja o que las personas realmente puedan amarle.
– Tiene dificultad para dejar vivir a su niñ@ interior.
Mayor temor: El pánico, ya que, vive en la ambivalencia de cuando es elegido, no lo puede creer y se rechaza a sí mismo, confundiendo el Ser con el Hacer.
Alimentación: Pérdida del apetito por las emociones o el temor. Ingiere porciones pequeñas. Para huir, consume azúcar, alcohol o drogas.
Tiene predisposición a la anorexia.
Enfermedades posibles: Cutáneas, diarreas, arritmia, problemas respiratorios, alergias, vómitos, desmayos, hipoglucemia, depresión.