En Sonora se registraron ataques a buzos pescadores de un tiburón blanco, provocando la muerte de tres de trabajadores de mar.
Los científicos mexicanos Mauricio Hoyos y Omar Santana, ofrecieron una plática a quienes exponen su vida todos los días por se forma de obtener recursos para sobrevivir, con el único objetivo de evitar más decesos.
Los expertos de las organizaciones Pelagios Kakunjá y Ecología Cielo, Mar y Tierra, respectivamente, con 20 años de experiencia en el monitoreo y estudio del tiburón blanco (Carcharodon carcharias), consideraron que las interacciones de este animal con los seres humanos, que no forman parte de su dieta, se deben a que el depredador con 11 millones de años de presencia en el planeta, seguramente los confundió con un lobo marino, que es su alimento preferido, por la carga calórica que representa.
Finalmente pidieron tomar los siguientes puntos
No alejarse demasiado de la costa: esto aísla a un individuo y, además, lo coloca muy lejos de la asistencia.
Evitar estar en el agua durante la oscuridad o en las horas del crepúsculo cuando los tiburones son más activos y hay poca visibilidad en el agua.
Tener especial cuidado cuando las aguas son turbias.
Evitar las zonas donde existan colonias de pinnípedos (lobos marinos, leones marinos o focas), vertientes de aguas residuales o donde exista actividad de alimentación.
No entrar al agua si se sabe que hay tiburones presentes.
No entrar al agua si sangra por una herida abierta
Evitar las salpicaduras excesivas cuando se tiran al mar