Francisco Cañedo, un antiguo agente de la Policía Federal, declaró este jueves en el juicio contra el ex Secretario de Seguridad Genaro García Luna se reunió con Arturo Beltrán y Édgar Valdez Villarreal, alias La Barbie, en una carretera del Estado de Morelos.
El expolicía aseguró que compartió la información con la entonces diputada Layda Sansores, actual gobernadora de Campeche y que filtró la información a los medios de comunicación con detalles sobre el encuentro en octubre de 2008.
El testigo dijo que, como represalia por denunciar a su jefe, fue detenido por sus superiores y acusado de seis delitos graves, aunque un juez acabó por absolverlo.
“Me espanté”, reconoció Cañedo, que ofreció un testimonio detallado sobre el encuentro.
La distancia crítica de uno de los testimonios más explosivos que se han dado a conocer en el juicio son poco más de nueve kilómetros, los que separan el punto donde vio primero a los supuestos protagonistas de la reunión y donde los observó pocos minutos después.
¿Cómo sucedió?
Fue el 19 de octubre de 2008. El agente no fue a trabajar ese día. Estaba conduciendo por la carretera libre que conecta al poblado turístico de Tepoztlán con Cuernavaca, la capital de Morelos. Buscaba un restaurante para detenerse a comer.
Cerca del restaurante La Costeñita Parrilladas, cerca de la localidad de Santa Catalina, vio a lo lejos un grupo de vehículos que se habían detenido del otro lado de la carretera.
“Vi varias camionetas varadas de mi lado izquierdo, en el sentido opuesto al que me dirigía”, dijo el testigo en tono marcial. “Bajé la velocidad de mi carrito”, explicó Cañedo. Quería ver de quiénes se trataba. “Vi al señor Genaro García Luna con Arturo Beltrán y La Barbie, estaban platicando”, declaró este jueves ante el jurado.
“Observé a La Barbie con un arma larga”, aseguró.
El agente solo pudo reconocer los rostros de ellos tres, pero vio que había más gente y otras personas armadas. La escena lo dejó perplejo y nervioso.
“Mejor me seguí”, comentó.
Declaró que su nerviosismo aumentó cuando vio por el espejo retrovisor que una de las camionetas dio vuelta y empezó a avanzar a toda velocidad detrás de él. Pensaba que los estaban persiguiendo y aceleró.
“Señor Cañedo, ¿qué vio?”, le preguntó en el interrogatorio. “Se me quedaron viendo”, aseguró.
Eran dos vehículos modelo Suburban. En la camioneta que iba al frente estaban los narcos, según su versión. “El del lado del copiloto era Arturo Beltrán, el del asiento trasero era La Barbie”, precisó Cañedo. “En el otro vehículo iba manejando el señor García Luna”, agregó.
El segundo punto donde los vio era en una bifurcación entre la avenida Paseo de los Naranjos, que atraviesa el Fraccionamiento Los Limoneros, y otro camino para reincorporarse a la carretera libre de cuota. “Antes de que yo me fuera, ellos avanzaron y se fueron”, dijo Cañedo. “Giraron a su izquierda hacia los Naranjos”
Declaró que había visto a un compañero de trabajo en quien confiaba, Óscar Granados. También hizo un informe y lo entregó al Congreso de la Unión, concretamente a la diputada Sansores. Al haber trabajado para entonces por 15 años en diferentes corporaciones policiales, tuvo acceso a información más detallada e incluyó en el documento “las armas largas y cortas que llevaban, con su número de serie y a nombre de quién estaban registradas”.
El escrito tenía su dirección, el teléfono de su casa y su número de celular, pero no estaba firmado con su nombre, sino con el de su colega en la Policía Federal. “Decidimos correr el mismo riesgo”, explicó. Granados puso de frente su nombre. Cañedo, sus datos personales.
Cañedo es el segundo exagente mexicano que declara en el juicio contra García Luna en Nueva York