La superestrella Taylor Swift confirmó que ha recuperado los derechos de sus primeros seis álbumes de estudio, convirtiéndose así en la dueña absoluta de todo su vasto catálogo musical, poniendo fin a una prolongada y mediática batalla legal.
La batalla legal con Scooter Braun: Un conflicto por los masters
El origen de este conflicto se remonta a junio de 2019, cuando el empresario musical Scooter Braun, conocido por ser mánager de artistas como Justin Bieber y Ariana Grande, adquirió Big Machine Label Group, el sello discográfico donde Taylor Swift grabó sus primeros seis álbumes: Taylor Swift, Fearless, Speak Now, Red, 1989 y Reputation. Esta adquisición incluía los masters (grabaciones originales) de su música, sin que Swift tuviera conocimiento previo ni la oportunidad de comprarlos ella misma.
Swift denunció públicamente esta situación, calificándola de “pesadilla” y acusando a Braun de “acoso” y de “privilegio masculino tóxico” en la industria. La artista argumentó que sus masters no eran solo activos comerciales, sino que representaban “mi vida, mi sudor, mi caligrafía y décadas de mis sueños”. La disputa se centró en la propiedad de estas grabaciones, que son la base para licenciar y comercializar la música.
La estrategia de las “Taylor’s Version”: Recuperando el control
Ante la imposibilidad de adquirir sus masters originales, Taylor Swift emprendió una audaz y revolucionaria estrategia: regrabar sus primeros seis álbumes. Con el lanzamiento de “Fearless (Taylor’s Version)” en 2021, la artista comenzó a recuperar el control de su música, ya que estas nuevas versiones son de su total propiedad. Este movimiento no solo fue un éxito comercial rotundo, sino que también sentó un precedente en la lucha de los artistas por los derechos de su trabajo.
El triunfo final: La recompra de los masters
Después de casi seis años de esta ardua batalla, y gracias al apoyo incondicional de sus “swifties” que impulsaron las “Taylor’s Version” a la cima de las listas, Swift logró lo impensable.
Ha recomprado los masters originales a Shamrock Capital, la firma de capital privado a la que Scooter Braun vendió los derechos en 2020. Aunque la cifra exacta de la transacción no ha sido revelada oficialmente, se estima que fue una suma considerable.
En una emotiva carta a sus fans, Taylor Swift expresó su inmensa alegría y gratitud: “He estado rompiendo en llanto de alegría a intervalos aleatorios desde que descubrí que esto realmente está sucediendo. De verdad puedo decir estas palabras: Toda la música que he hecho ahora me pertenece a mí”. Este logro no solo incluye la música, sino también los videoclips, grabaciones en vivo y material inédito de esa etapa.
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