Un privilegiado grupo de marinos en México adoptaron a Frida, una cachorra rescatista en desastres naturales, así como a Apolo, Mirra, Briol, Demona, Nueva, Tanzen, Estrella, Kuwait y Chocho, unos perros rastreadores de bombas, armas, narcóticos y químicos en puertos, mares y playas.
“Al menos 65 elementos caninos han sido entregados en adopción entre 2015 y el 6 de octubre de 2020, por seguridad de los donativos no se proporciona la función zootécnica de los perros, así como sus logros”, según la Secretaría de Marina (Semar).
Los perros Pastor Belga Malinois, Labrador y Bloodhound adoptados buscaban y rescataban personas en desastres naturales como en los sismos de septiembre de 2017, así como eran guardias y protegían instalaciones de seguridad nacional y otros detectaban narcóticos en los puertos marítimos y otras zonas de las costa de México, según documentos a los que tuvo acceso Forbes México.
La donación de los perros fue realizada a personal de la Secretaría de Marina, quien hizo una solicitud y cumplió una serie de requisitos, como contar con la solvencia económica para atender las necesidades médicas y de alimentación, así como de un espacio suficiente en su domicilio para garantizar una buena calidad de vida al canino.
Otro de los requisitos, quizá el más importante, exigidos por la Secretaría de Marina para quedarse con uno de esos perros bautizados como de guerra, es “elevar una solicitud siendo militar en activo”.
La Marina tiene su criadero de perros Belga Malinois, los cuales fueron adquiridos en Holanda, con el certificado de que su descendencia no padecerá ninguna enfermedad degenerativa.
Con los perros europeos se abren también las líneas genéticas, con el propósito de evitar problemas de consanguinidad en los cachorros producidos para coadyuvar en las misiones asignadas a la milicia.
Desde hace tiempo, entrenan perros para apoyar sus operaciones en las especialidades de localización de droga, explosivos, rastreo, así como búsqueda y rescate de personas. La Semar invierte 4,794 pesos por perro, desde su nacimiento.
El pastor belga Malinois se volvió muy popular durante la Segunda Guerra Mundial, cuando fueron usados por el ejército como mensajeros, perros guardianes y de rescate, de acuerdo con el Instituto del Perro, una comunidad protectora de esos animales en México.
Los perros de guerra, que son descritos como puro pedigrí, amigos de la milicia, con olfato para detectar armas, drogas o cadáveres, dientes para detener criminales y con destreza lanzarse en paracaídas desde un avión, fueron adquiridos a mediados del gobierno de Enrique Peña Nieto.
El servicio secreto de Estados Unidos usa el pastor alemán para cuidar la Casa Blanca, así como utilizó un pastor belga malinois llamado Cairo en la operación en la que los SEALS del Ejército asesinaron a Osama bin Laden, líder del grupo terrorista Al Qaeda.