Se reduce curva epidémica de viruela símica

La curva epidémica sobre viruela símica mantiene tendencia a la disminución, al pasar de 337 a 40 casos confirmados; y de 225 a seis probables contagios entre las semanas epidemiológicas 42 y 47, refiere el Informe Técnico Semanal de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud.

El documento, disponible en viruela.salud.gob.mx, detalla que desde el registro del primer caso y hasta al 21 de noviembre se identificaron cinco mil 417 personas que cumplen la definición operacional de caso probable; de ellas, tres mil 292 fueron confirmadas, 338 se encuentran en estudio, mil 787 fueron descartadas mediante prueba de laboratorio y se registraron cuatro defunciones.

El Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) notificó que los casos positivos se encuentran distribuidos en 32 entidades federativas: Ciudad de México, mil 885 contagios; Jalisco, 368; Estado de México, 334; Yucatán, 119; Quintana Roo, 124; Tabasco, 46; Puebla, 56; Nuevo León, 39; Chiapas, 35; Baja California, 26; Veracruz, 34; Querétaro, 25; Morelos, 21; Guanajuato, 17; y Sinaloa, 18.

Además, Hidalgo, 17; Chihuahua, 16; Coahuila, 14; Tamaulipas, 13; Guerrero, 11; Nayarit, 10; Aguascalientes, nueve; Campeche, nueve; Oaxaca, ocho; San Luis Potosí, siete; Michoacán, siete; Tlaxcala, siete; Sonora, cinco; Colima, cuatro; Zacatecas, cuatro; Baja California Sur, dos y Durango, dos.

En cuanto a la distribución por sexo asignado al nacer, el predominio es en hombres, con 97.4 por ciento; el grupo etario de 30 a 34 años es el de mayor prevalencia, el cual presenta una tasa de incidencia de 8.5 por cada 100 mil habitantes; es decir, 874 de los tres mil 292 casos confirmados.

Respecto al género de los casos confirmados que brindan información, 96.4 por ciento corresponde a masculino y 2.68 por ciento, femenino; 0.3 por ciento es no binario; 0.03 por ciento, bigénero; 0.1 por ciento, transgénero; y 0.4 por ciento corresponde a otro grupo.

Los síntomas más comunes reportados son el exantema en todos los casos, que se identifica con erupción de color rojizo en la piel, y más o menos extensa; fiebre; dolores de cabeza, muscular y articular; inflamación de los ganglios linfáticos; debilidad o fatiga general que dificulta o impide realizar tareas que, en condiciones normales, realiza fácilmente; escalofríos y otros.

La comorbilidad que más se presenta es el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en mil 925 de los casos confirmados de viruela símica; es decir, 58.5 por ciento. Le siguen sífilis y diabetes mellitus, entre otras.

Se identificaron 10 defunciones, de las cuales, cuatro se relacionan directamente con la infección por el virus de la viruela símica; dos no son por esta causa directa, y cuatro se encuentran en análisis por parte de un grupo de personas expertas en infectología y epidemiología para definir si existe asociación causal entre la defunción y la infección por virus de la viruela símica.

Se trata de nueve hombres y una mujer, quienes durante la atención médica presentaron lesiones compatibles con viruela símica y que, posterior al estudio de laboratorio, fueron confirmadas.

Al 19 de noviembre, en el mundo se reportaron 80 mil 460 casos confirmados en 110 países, territorios y áreas en las seis regiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como 53 defunciones.

Esta enfermedad dura en promedio 21 días, y se transmite por contacto directo con las secreciones de una persona enferma a través de mucosas o lesiones de la piel, gotitas respiratorias y objetos contaminados con líquidos corporales.

Se puede prevenir al evitar contacto físico directo con personas enfermas o que se sospecha pudieran tener la enfermedad. El contacto sexual es una actividad que debe tomarse en cuenta, ya que se contagia por contacto muy estrecho entre dos o más personas.

Existen prácticas que pueden incrementar el riesgo de infecciones, incluyendo la viruela símica, como: sexo con personas desconocidas, cuartos oscuros o fiestas sexuales; esto, debido al contacto estrecho entre las personas durante estas actividades.

Quienes cuidan a familiares con la enfermedad deben lavar con agua tibia y detergente la ropa, toallas y sábanas de la persona enferma y los utensilios para comer; además, limpiar y desinfectar superficies contaminadas. En caso de presentar síntomas, las y los pacientes deben evitar acercarse a otras personas y no acudir a lugares públicos.

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