La madrugada de este lunes, diversas colonias de Tehuacán se vieron severamente afectadas por el desbordamiento del dren de Valsequillo, un incidente que causó inundaciones en calles y viviendas. Este suceso, que activó la movilización de cuerpos de emergencia y autoridades municipales, fue provocado principalmente por un taponamiento de basura acumulada bajo el puente de la Avenida Socorro Romero, exacerbado por las recientes precipitaciones en la región.
El dren de Valsequillo, vital para el desfogue de aguas pluviales en la zona, superó su capacidad de contención. Aunque la lluvia no fue de extrema intensidad directamente en Tehuacán, sí se registró una fuerte tormenta en las zonas aledañas de Cacaloapan y Tepanco de López.
Esta precipitación en los municipios vecinos generó un rápido y considerable aumento del nivel del agua en el dren, llevando a su desbordamiento en puntos críticos. Las consecuencias no se hicieron esperar, y el agua comenzó a ingresar en las propiedades, generando afectaciones materiales y preocupación entre los residentes.
Colonias afectadas y la demanda urgente de los vecinos
Las colonias más afectadas por este desbordamiento fueron Santa Cecilia y El Rosario. Posteriormente, la situación se extendió y también alcanzó a la colonia Juan Pablo II, incrementando el número de damnificados y el área de impacto de la inundación. En estas zonas, el agua anegó diversas vialidades, dificultando el tránsito y la movilidad de los habitantes.
Sin embargo, la mayor preocupación se centró en las viviendas, donde el agua, mezclada con aguas negras, irrumpió en los hogares, causando daños en mobiliario y enseres. Ante la emergencia, los vecinos afectados se vieron en la necesidad de solicitar ayuda al número de emergencias 911. La rapidez de su llamado permitió que las autoridades tuvieran conocimiento de la magnitud del problema y coordinaran una respuesta inmediata.
Las escenas de calles convertidas en ríos y la entrada de agua a los hogares generaron un ambiente de incertidumbre y angustia, mientras las familias intentaban proteger sus bienes y salvaguardar su integridad. La situación puso a prueba la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia y la solidaridad comunitaria en medio de la adversidad.
Respuesta institucional: Coordinación para mitigar los efectos
Frente a la situación de emergencia, las autoridades municipales de Tehuacán activaron un plan de apoyo integral. Personal de Protección Civil y Bomberos acudió de inmediato a las zonas afectadas para evaluar los daños y coordinar las primeras acciones de mitigación. Una de las primeras tareas fue abordar la causa principal del desbordamiento: el taponamiento de basura bajo el puente de la Avenida Socorro Romero.
Con el uso de varillas y rastrillos, los equipos lograron retirar una parte significativa de los desechos acumulados, lo que permitió que el nivel del agua en el dren comenzara a disminuir gradualmente. La colaboración interinstitucional fue clave para manejar la crisis.
Además de Protección Civil y Bomberos, se sumaron elementos de Obras Públicas, Servicios Públicos Municipales, Parques y Jardines, y el Organismo Operador del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Tehuacán (OOSAPAT). Todos ellos trabajaron coordinadamente en labores de limpieza de avenidas y el desazolve del drenaje en las zonas afectadas, lo que es crucial para restaurar la normalidad y prevenir futuros estancamientos.
Consecuencias y llamado a la prevención: Un problema recurrente
Las afectaciones a las viviendas fueron considerables. Muchas de las casas que sufrieron la intrusión de las aguas requirieron la intervención de pipas de agua y cloro para realizar labores de limpieza y desinfección en el interior. La situación se agravó para varias familias, ya que las aguas negras que se desbordaron lograron alcanzar incluso las cisternas, contaminando el suministro de agua y generando un problema de salud pública.
La limpieza post-inundación representa un reto adicional para los afectados, quienes deben lidiar con la remoción de lodo y residuos. Ante la recurrencia de estos incidentes y la clara evidencia del factor humano en el desbordamiento, las autoridades municipales hicieron un enérgico llamado a la población.
Se solicitó a los vecinos que dejaran de tirar basura en el dren y en los cauces de agua, subrayando que esta práctica es la principal causa de los taponamientos y, consecuentemente, de las inundaciones. La prevención y la concientización ciudadana son fundamentales para evitar que situaciones como la vivida en Tehuacán se repitan.
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