Embarcaciones en el Golfo de México se han dado a la tarea de saquear el tesoro oculto de la zona a plena luz del día, con toda calma y en completa impunidad. El pasado 21 de mayo, la embarcación “Katya”, realizaba pesca furtiva en el Parque Nacional Arrecife Alacranes.
El barco precedente de Chuburná Puerto, situada a 20 minutos de Progreso, se encuentra dándose un gran festín con ganchos y arpones gracias al buen funcionamiento del compresor y con compañeros con buceo semiautónomo. Esta práctica es ilegal, puesto que no existen permisos de pesca comercial de buceo con compresor o sistema hookah en el área natural protegida.
Un consultor en Ecología Marina y Pesquería, señaló que esta actividad ilícita daña seriamente a la biodiversidad, debido a que la depredación corta de tajo proceso biológicos de especies de importancia comercial.
“Porque sacan lo que pueden, lo que se les atraviesa, langostas, pulpos, caracoles, pez loro, lo que sea necesario, lo que se les antoje”, aseguró.
Luego de una investigación realizada por Excélsior, se constató que la embarcación Katya se trataba de una totalmente pirata, puesto que no cuenta con registro ni por matrícula, ni por nombre en la Conapesca.
Ante esto, el guardafaro de la Isla Pérez, único sitio habitado del Parque Nacional de Arrecife Alacranes, aceptó que existe pesca ilegal en el área natural protegida.
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“Sí, hay un poco de pesca ilegal, pero mayormente son furtivos, que vienen en sus lanchas, y cuando se detectan se persiguen para tratar de agarrarlos”, señaló.
En el caso de la embarcación Katya, no existió persecución alguna a pesar de permanecer más de 40 minutos ahí y a una milla náutica de la Isla Pérez, sede del destacamento de la Secretaría de Marina.
“Quedaron de venir este mes los de Conanp, pero ahorita por los malos tiempos, ¿ya vio cómo están los vientos?, a lo mejor no llegan”, señaló el guardafaro.
Situaciones como estas no son un caso aislado en esta zona, ya que Oceana México ha detectado la presencia de 68 embarcaciones con registro de actividad ilícita dentro de las zonas núcleo norte y sur del área protegida, donde no está permitida la pesca de cualquier tipo.
El informe muestra que 23 de las 68 embarcaciones presentaron un aviso de arribo con las especies que capturaron, al menos cinco días después de su presencia en la zona. Por su parte, durante ese mismo periodo, la Profepa registró solamente un evento de pesca ilegal.
“En total, las 68 embarcaciones realizaron 857 actividades de pesca ilegal”, resaltó Miguel Rivas, director de la campaña de Santuarios Marinos de Oceana México.
