Santa Rosa de Lima, cuyo nombre de nacimiento era Isabel Flores de Oliva, nació el 20 de abril de 1586 en Lima, en lo que hoy es Perú.
Es una figura destacada en la historia religiosa y cultural de América Latina.
Desde joven, Rosa de Lima se dedicó a la vida espiritual y a la oración.
A pesar de las resistencias familiares, ella optó por vivir como una ermitaña en su propio hogar, donde llevó una vida austera y de contemplación.
Se la conoce por su devoción a Dios y su compromiso con el cuidado de los más necesitados.
Rosa de Lima también se dedicó al cultivo de un jardín y a cuidar a los enfermos, convirtiendo su casa en un lugar de refugio para aquellos que buscaban ayuda.
A lo largo de su vida, demostró un amor profundo por la naturaleza y es considerada la patrona de los jardineros y de la ecología en América Latina.
Fue la primera persona nacida en América en ser canonizada por la Iglesia Católica.
Fue proclamada santa por el Papa Clemente X en 1671.
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Cada 30 de agosto se celebra la Festividad de Santa Rosa de Lima, en conmemoración a la Primera Santa de América que desde temprana edad decidió consagrar su vida a Dios y a la atención de los enfermos y niños.
Santa Rosa de Lima es un símbolo de virtud, devoción y amor por la naturaleza, y su legado sigue siendo admirado y celebrado en todo el mundo, especialmente en América Latina.
Los milagros de Santa Rosa de Lima
A su nombre se le atribuyen más de 120 milagros, los cuales fueron presentados en el expediente que sirvió para declarar su canonización.