Thalía Becerra
La política conservadora Sanae Takaichi fue elegida este martes como la Primera Ministra de Japón, convirtiéndose en la única mujer en ocupar este cargo luego de 103 hombres en la posición ejecutiva.
La elección de la mandataria pone fin a un periodo de incertidumbre tras la renuncia de Shigeru Ishiba, quien dimitió en septiembre de este año.

Principales retos y contexto político-económico
Takaichi asume el liderazgo de Japón en un momento de fragilidad. La nueva dirigente reconoció que el mandato será “difícil” debido a la falta de presencia de su partido en ambas Cámaras del Parlamento.
Por ello, hizo un llamado a la oposición para lograr la estabilidad política necesaria.
Por otro lado, su reto más urgente es la situación económica del país. Deberá mitigar el impacto del aumento de precios en un contexto de estancamiento en los salarios y una pérdida de nivel de vida entre la ciudadanía.

¿Un hito para la brecha de género en Japón?
La elección de Sanae Takaichi surge como un cambio crucial y visible para un país que ha tenido poca representación femenina en los puestos de más alto poder.
Japón históricamente ha obtenido los peores resultados de brecha de género en el ámbito político y empresarial.
Aunque Takaichi se ha manifestado a favor de incrementar el número de mujeres en su gabinete, ha sido reacia a revisar leyes que mantienen costumbres tradicionales.
Tales como la negativa a permitir que los miembros de un matrimonio conserven sus apellidos o la ley de 1947 que estipula que solo un hombre puede heredar el trono imperial.
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