El Gobierno de México ha autorizado el fin de semana el uso de emergencia de remdesivir en casos tempranos de COVID-19.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) informó de que el uso del medicamento es exclusivamente hospitalario y de alta especialidad. “Es importante recordar que la población no debe automedicarse ni autoprescribirse”, advirtió la Cofepris a través de un comunicado. El órgano señaló que el paciente debe contar con una vigilancia continua durante el tratamiento. El canciller mexicano, Marcelo Ebrad, celebró la decisión de las autoridades sanitarias a través de su cuenta de Twitter.
El antiviral, fabricado por la farmacéutica estadounidense Gilead Science, fue el primer medicamento aprobado para el coronavirus en el mundo. En México, sin embargo, el aval del fármaco ha tenido un largo y atropellado camino.
En octubre, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, dio a conocer que la solicitud del fabricante para su uso en el país había sido rechazada en dos ocasiones. “No se le ha dado un dictamen favorable porque los cuerpos correspondientes de Cofepris han identificado que la evidencia no sugiere una utilidad suficiente contra la enfermedad”, declaró el funcionario, el gestor mexicano para la pandemia. Ante la negativa, las autoridades mexicanas le solicitaron al fabricante evidencia complementaria para revaluar la solicitud.
Ahora, con 193.851 muertos y más de 2,1 millones de contagiados, las autoridades mexicanas finalmente han dado luz verde a un medicamento polémico cuya efectividad y alto precio han sido cuestionados. La compañía estadounidense ha defendido la eficacia del tratamiento asegurando que ha sido probado que su uso acorta el tiempo de recuperación de pacientes hospitalizados por covid en un promedio de cuatro días. En noviembre del año pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconsejó el uso de este antiviral por la falta de pruebas concluyentes sobre su efectividad a la hora de salvar vidas. Un mes antes, en octubre, la agencia de medicamentos de Estados Unidos (FDA, en sus siglas en inglés) había autorizado el uso pleno del fármaco en el tratamiento de enfermos hospitalizados. Inclusive, el presidente de Estados Unidos en ese entonces, Donald Trump, recibió remdesivir durante su tratamiento en un hospital militar.
El alto precio del remdesivir también ha sido criticado por la comunidad médica. Gilead Science fijó en junio un precio de 390 dólares (8.000 pesos) por dosis para los gobiernos de los países desarrollados. Según sus estudios, cada paciente debe recibir una media de seis viales del medicamento, lo que equivale a un precio de 2.340 dólares por tratamiento, unos 48.500 pesos.
“Creemos que todos los pacientes tendrán acceso al nivel en el que hemos fijado el precio de remdesivir”, afirmó la farmacéutica estadounidense en aquel momento.
La autorización de emergencia de este fármaco en el país llega en medio de una campaña de vacunación que avanza a cuentagotas. De diciembre hasta este jueves, las brigadas de vacunación han inyectado 3,7 millones de dosis. Pese a las polémicas que aún rodea al medicamento, Gilead Science ha declarado en más de una ocasión que su medicamento tiene aprobaciones regulatorias y autorizaciones temporales en más de 50 países.
A partir de el pasado viernes México forma parte de este listado.