¿Por qué es peligroso evitar el estornudo?

A pesar de que suele ser una práctica mal vista por la sociedad, generalmente asociada con falta de higiene o como indicio de enfermedad los estornudos son un mecanismo vital para nuestro cuerpo.

Estornudar es un acto reflejo convulsivo que nuestro cuerpo realiza para expulsar irritantes de las fosas nasales. Puede ser causado por una afectación nasal, como alergias o polvo, por una reacción autónoma al pasar de una oscuridad relativa a luz brillante, o ser un síntoma psicógeno o epiléptico.

El mecanismo del estornudo

El cerebro recibe una señal de irritación nasal.

Se envía una orden de contracción desde los músculos del esófago hasta el esfínter.

Los músculos abdominales, diafragma, pecho, esfínteres, pulmones, párpados y a veces los de la garganta, trabajan juntos para provocar el estornudo y expulsar el agente irritante.

Ocurre el estornudo.

Dada la participación de múltiples músculos, es crucial permitir el estornudo para evitar consecuencias peligrosas por reprimirlo o hacerlo incorrectamente.

En diciembre del año pasado, la revista BMJ Case Reports documentó un paciente que sufrió un desgarro de 2 mm en la tráquea por reprimir un estornudo.

Aunque no requirió cirugía y solo tomó analgésicos durante dos semanas, el Doctor Lozano Calderón advierte que las consecuencias de no estornudar pueden ser graves.

Antes de estornudar, inhalamos hasta dos litros y medio de aire, que se expulsa a una velocidad de hasta 70 km/h y puede alcanzar hasta 8 metros. La fuerza del estornudo es considerable.

Evitar un estornudo puede causar daños como roturas vasculares, sangrado nasal, hemorragias en la conjuntiva ocular o el tímpano, aneurisma, inflamación nasal o timpánica, dolor de oido, mareos, alteraciones auditivas, dolor de cabeza, rotura de costillas o desgarre de garganta.

Según médicos de la Universidad de Dundee (Escocia), tapar la boca y nariz al estornudar aumenta la presión en las vías respiratorias superiores unas 20 veces.

Cómo estornudar según el entorno:

  1. Solo, en habitación u oficina, dejar que el estornudo salga libremente.
  2. En público, usar la técnica de tapar boca y nariz con el interior del brazo, sin cerrar completamente los conductos.
  3. Evitar estornudar sobre las manos para no diseminar virus.

Finalmente, recuerda la importancia del cubrebocas si se está enfermo, ya que al estornudar se emiten gotículas que pueden infectar a quienes inhalan ese aire.

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